Si decides quererme

Capítulo 18

Tras rendir el examen de ingreso de la carrera de Literatura, unos días después llegó mi carta diciéndome que había aprobado. En mi casa no parecían muy sorprendidos, aunque mis padres deseaban profundamente que estudie una carrera distinta. Elliot había estado estudiando y practicando mucho para su examen, aunque yo sabía que él lo lograría.

—Estoy cansado —suspiró.

Elliot y yo nos encontrábamos acostados en su cama, aunque él estaba más acostado sobre mi cuerpo que otra cosa; mientras abrazaba suavemente mi cintura, yo le acariciaba cariñosamente su cabello.

Los días como hoy eran realmente hermosos para mí, pues transcurrían tan tranquilamente que mi corazón se sentía realmente en paz. Se me hacía muy extraño que hubiesen personas que odiasen la rutina, pues yo era muy feliz llevando una vida normal de vez en cuando.

Escuchamos llegar a Diana y nos dirigimos hacia la entrada a recibirla, aunque parecía estar discutiendo con alguien muy seriamente. Elliot y yo nos asomamos por el marco de la puerta y pude ver claramente a un hombre muy alto y pelirrojo, quien parecía estar llevando una discusión muy acalorada con la mamá de Elliot.

—¿Qué haces aquí? —preguntó mi novio, quien se había parado junto a su madre.

Diana lo miró muy nerviosa y le pidió que fuese a preparar unas tazas de café; Elliot la miró algo desconfiado y, finalmente, hizo lo que su madre le pidió.

Mientras en la entrada seguían hablando, Elliot y yo nos encontrábamos en la cocina; él me explicó que aquel hombre era su padre, a quien no veía hace al menos ocho años.

—¿Qué querrá? —pregunté intrigado.

—No lo sé, pero nada bueno viene con él —dijo muy serio, sirviendo tres tazas de café para ellos y una de té para mí.

Lea y Anabella aún no habían vuelto de su salida, por lo que no tendrían que ver a su padre por ahora. Aún así, me intrigaba enormemente la presencia del padre del pelirrojo en esta casa, y más después de lo que Diana me contó hace un tiempo sobre él.

Diana y el padre de Elliot se sentaron enfrentados en ambos extremos de la mesa, mientras que el pelirrojo y yo nos sentamos enfrentados en los lados.

—¿Quién es este joven? —preguntó el padre de Elliot.

—Jean Lucas Klein —me presenté, sintiéndome algo nervioso ante su mirada.

—Es mi novio —dijo Elliot, quien mostraba una increíble frialdad en su rostro al dirigirse a su progenitor.

El padre de Elliot no pareció sorprenderse en lo absoluto, regalándome una amplia sonrisa tras estrechar mi mano.

—Thomas Erikson, es un gusto —dijo muy cortes.

Si bien a simple vista no parecía un mal tipo, yo sabía perfectamente lo que había hecho en el pasado. Elliot parecía analizarlo profundamente mientras Thomas se dirigía hacia mí, tal vez intentando adivinar o tener una idea de sus pensamientos.

—¿Entonces? ¿A qué viniste? —preguntó Elliot muy secamente.

Su padre siguió manteniendo su sonrisa, aunque su mirada cambió un poco. Diana me miró de reojo e hizo disimuladamente un gesto de cansancio mientras entornaba sus ojos, logrando que me riese un poco.

—Verás, de eso estaba hablando con Diana —dijo tras pasar su mirada sobre la recién nombrada—. Sabes que pagaré todos tus estudios universitarios, pero necesito un pequeño favor a cambio —sonrió muy levemente, mostrándose un poco más serio que antes.

Elliot pareció entender enseguida que aquel pequeño favor no era algo a lo que podría negarse, después de todo su padre pagaría un montón de dinero para que él pudiese ir a la universidad. El pelirrojo le hizo un gesto a su padre para que continúe y Thomas sonrió.