14

472 34 1
                                    

Mi casa era amplia pero cálida. Abundaban los tonos cálidos, rojizos y algún que otro verde oscuro. El living estaba ambientado con cómodos sillones color marrón rojizo, y una característica chimenea que había Sido el ícono de mi infancia, ahora ambientada como siempre con las decoraciones de navidad, botas colgando con mi nombre y el de mi hermana, Caroline. Y un gran árbol color verde con muchos adornos brillantes y luces de colores.

Mamá amaba decorar la casa, ahora que estaba sola viviendo en éste gran hogar, le recordaba un poco a los viejos tiempos decorarla como cuando nosotras con Caroline éramos pequeñas, y cuando mi padre aún vivía.

- Caroline. - mencionó Alex al ver la bota también. - ¿Tu hermana, cierto? - asentí con la cabeza, en una de las miles de charlas que habíamos tenido, nos habíamos contado cada uno como se conformaba nuestra familia, y coincidíamos en qué ambas familias eran pequeñas pero con mucho amor de por medio, y eso era lo que nos alentaba a volver a casa cada vez que una fecha importante se acercaba.

Le había comentado que tenía una hermana 5 años mayor que yo, ella vivía con su esposo Luke en Carlisle, una ciudad al norte casi limitando con Escocia.

- Si, vendrá estas fiestas con su esposo y su bebé - sonreí emocionada. Caroline tenía una bebé de dos años, se llama Helena y era realmente hermosa, y no sólo porque sea mi única sobrina.

-¿Quieren tomar un té o prefieren almorzar? Ya van a ser la una - preguntó mamá cerrando la puerta principal. Alex me miró pensativo.

- Yo tengo hambre - dijo por fin. Yo asentí así que fuimos a preparar algo para almorzar.

El almuerzo concurrió cálido, Alex hablaba entretenido con mi madre de distintos temas, su pasado, su familia, su vida aquí, cómo nos conocimos...Y mamá lo escuchaba todo oídos, de vez en cuando contaba una que otra historia. Grababa éste momento en mi memoria, que la persona que quieres se lleve bien con tu madre no tenía precio.

Me levanté a lavar la vajilla y Alex se paró enseguida a ayudarme, lavamos, secamos y guardamos todo en su lugar.
Después de comer mamá nos convidó pastel de manzanas que había horneado "especialmente para Alex" se lo había preparado para llevar y todo, a Alex le había encantado y le pidió que de vez en cuando le envíe más a Londres, obviamente en broma, no sabíamos cómo podía llegar ese pastel hasta Londres sin morir aplastado en el camino.

Pasaríamos navidad en mi casa, y año nuevo en la suya. Mamá nos comentó que aún faltaban algunas cosas para la comida de navidad, así que nosotros no dudamos en ofrecernos para ir al centro comercial a comprar lo que mamá necesitaba, y algunos presentes para navidad.

Con Alex caminábamos por las calles de Sheffield, y el por primera vez había tomado mi mano. Su mano estaba tibia y suave. No quise comentar nada sobre ese acto nuevo en el, así que hice como si nada hubiera pasado.

- Aquí no va a pasar nada - comentó como si me hubiera leído la mente, mientras que con la otra mano prendía un cigarro.

- Lo sé, también es mi ciudad, te recuerdo - reí.

- ¿Que se le regala a una niña de dos años? -pregunto mientras pasábamos por una vidriera con juguetes para niños, sabía que hacía alusión a mi sobrina.

- Un peluche... Ropa, juguetes no muy peligrosos - reí. - ¿Quieres entrar? - el asintió, me pareció tierno que quisiera comprarle un regalo a la bebé de mi hermana sin conocerla, cada día me sorprendía más... Y me enamoraba más.

La chica del local nos recomendó algunos regalos para niños de dos años, yo terminé llevándole un peluche enorme al que le pondría una playera mía para que siempre me recuerde, y Alex le compró un set enorme de masas para moldear. Nos envolvieron los regalos y salimos de la tienda.

Tranquility base Hotel & casino - Alex Turner.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum