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Habían pasado varios días de que Alex se había marchado, su ausencia se hacía cada día más presente.

El último y único mensaje, había sido el día que llegó a Canadá.

" Alex : Ya en Toronto, la vista es genial. ¡Deséame suerte en esta nueva aventura! Te amo Xx. "

Luego de ese mensaje, esperaba horas y horas su llamado o algún otro mensaje, pero simplemente nunca llegó nada .
Ni un hola, ni un cómo estás, ni un estoy bien. Ni siquiera un "no puedo hablar". Me torturaba pensando qué había hecho mal, qué habría dicho para que el decidiera simplemente no hablarme más.

Por las noches era rutina ver las últimas grabaciones que teníamos juntos, mientras me dormía llorando con su playera puesta, que cada día que pasaba iba perdiendo su aroma, su escencia. Habían pasado tantos días que ya no era "la camiseta de Alex", era solo la camiseta.

Lo veía por las redes y así sabía que la gira estaba yendo de maravilla. A veces se filtraban fotos de él con fans Canadienses, y una vez le ví puesta la playera que yo le había regalado, la de Rolling Stones. Eso fué lo único que me reconfortó en mucho tiempo.

Miles me llamaba siempre, el realmente era una buena persona. Podría decir que se preocupaba más por mi que el mismísimo Alex Turner. Habíamos quedado más de una vez para beber una cerveza o siquiera dar un paseo, y cada vez que yo le preguntaba por su amigo el siempre me respondía lo mismo.
Aquél día habíamos ido al Hyde Park.

- ¿Llamó Alex? - pregunté mientras caminábamos, el paisaje ya comenzaba a tomar más color por la fecha en la que estábamos.

- No linda...- me miró. Pensó unos segundos y luego habló. - Ya sabes, el es así. - se encogió de hombros mientras fumaba su cigarro.

- ¿Así cómo? Miles... - lo miré entristecida.- El prometió que me iba a llamar, que ésto no se iba a acabar... Es como si me hubiera olvidado por completo.

- Kate, tu sabes bien lo que él siente por ti... Es solo su manera de ser, Alex es muy liberal. Está acostumbrado a viajar semanas o meses, y nunca se comunica con nadie, conmigo a penas lo hace y con sus padres igual.

- ¿Por qué? - pregunté sin comprender. - Dime, realmente ¿Qué le cuesta mandarme un cómo estás?.

- Nada, es cierto. Pero es su manera de ser. En las relaciones anteriores jamás le escribió a nadie, y supongo que tampoco ellas lo llamaban o le preguntaban cómo estaba...

- ¿Lo dices porque yo no "comprendo" su mundo de fama? - pregunté algo borde. El me miró y negó con la cabeza.

- En lo absoluto. Lo que quiero decir es que antes nadie se había preocupado tanto por el, quizá el cree que tú ni siquiera te molestas, y que estás siguiendo con tu vida al igual que el en Canadá.

Miles intentaba hacerme entender que ese era su trabajo, que irse de gira era así, que Alex estaría ausente por semanas, o meses. Y que si yo lo había escogido tendría que aceptar que las cosas serían así.
Sin embargo yo me negaba, yo sabía que el podía comunicarse conmigo, y que si no lo hacía era porque yo ya no le importaba. Estaba negada totalmente, y lo único que hacía era llenarme la cabeza con pensamientos negativos.

.

- Debes volver a lo que te hizo feliz antes de conocerlo, Katrina. - me aconsejaba mi amiga Julia mientras hojeaba una revista de arte mientras charlábamos en mi oficina, yo me dedicaba a pintar cada día cuadros más y más tristes y oscuros. Intentaba de alguna manera sacar todo lo que sentía.

- La ropa me hace feliz. - comenté pensativa. - y pintar.

- Bueno, no se si pintar sea muy buena idea. - comentó dudosa mirando lo que estaba pintando. Hizo una mueca y negó con la cabeza. - Algo que te haga feliz, no algo que te deprima más.

Tranquility base Hotel & casino - Alex Turner.Where stories live. Discover now