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Segunda noche en Las Vegas.

Admiré el concierto de Arctic Monkeys desde el backstage, el estadio estaba repleto desde temprano y duró un total de 5 horas. Cantábamos con el equipo a todo pulmón y bailábamos entre canciones. Se sentía como cuando habíamos ido al concierto de The Strokes, solo que mil veces mejor. Era una lastima no poder disfrutarlo desde el público.

- Estuviste increíble. - comenté cuando Alex entró sudado a su camerino. Le lancé una toalla y éste sonrió cansado.

- Me hubiera gustado que lo veas desde el escenario, eres mi fan favorita. - comentó buscando una botella de agua del mini refrigerador. Yo reí negando con la cabeza.

- ¿No hay un segundo en el que no te veas bien? Eres hermoso hasta después de un concierto, destruído y sudado. - me acerqué a él.

- Mmm, ven aquí. - se quitó la camisa y me capturó en un beso agitado. El manager entro al camerino y nosotros nos separamos rápidamente. - Hey, puedes golpear antes de pasar. - le recordó Alex volteándose.

- Lo siento, en 10 entrevista para Review Journal. - le recordó Henry. - no lo olvides. - comentó rápido y se retiró.

- Vaya viernes. - comenté riendo, el se arregló un poco y se secó con la toalla, yo le pase otra camiseta y el tiro al suelo la que había usado. - Podría vender eso. - comenté señalando su camiseta, el estalló en risas.

- Eres increíble. - comentó riendo. - te espero a la salida, no me dejes solo. - comentó viéndome con cara de perrito mojado. Yo asentí con la cabeza.

- Suerte, y no tartamudees. - bromeé, el me fulminó con la mirada, pero antes de irse me lanzó un beso en el aire como siempre y yo le lancé otro.

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Aquella noche concurrimos al casino Mandalay Bay.
Mientras tomábamos algo festejando en el bar del casino, Alex me susurró al oído.

- Alquilé una habitación aquí por ésta noche.

- ¿Por qué? - lo miré curiosa, hablando bajo para que solo él me escuche.

- Te tengo una sorpresa. - me guiñó el ojo.

- Yo igual. - lo miré seria. El alzó ambas cejas y sonrió amplio.

- Siempre un paso delante, Bellmore. - sonrió.

Luego de unos tragos, nos dirigimos a las mesas de póker. Alquilamos una para nosotros seis, Breana había llegado ésta noche para ver a Matt, era una chica tímida pero muy buena persona.

- Traje algo para ésta noche. - comentó Matt sacando una cajetilla de cigarros color oro.

- ¿Qué es eso? - preguntó Jaime curioso.

- Oh, ya saben, algo para subirnos un poco el ánimo. - saco una bolsita. Habían muchas pastillas pequeñas de todos colores, yo miré a Alex.

- Tomaremos dos, señor - Alex levanto la mano divertido.

- Por mi estoy bien, gracias. - comenté haciendo una mueca. Alex tomo dos pastillas y me miró curioso.

- Vamos nena, estamos en Las Vegas, está bien - posó una mano en mi rodilla. - con los chicos no solemos hacerlo, pero estamos en la ciudad del pecado y será increíble vivirlo juntos. - comentó viendo a los chicos.

- Es cierto, yo no suelo tomar drogas - comentó Jaime alzando sus manos en el aire en señal de defensa. - Pero ésta noche es mi permitido, hay que festejar que nos está yendo de puta madre, y que mejor que festejar en Las Vegas como se debe. - tomó una pastilla.

Tranquility base Hotel & casino - Alex Turner.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin