Capítulo 5.

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El fin de semana había llegado otra vez, los músculos de Harry se sentían cansados y el frío tampoco le estaba ayudando, sólo le causaba más dolor.

Taylor y Niall habían llegado en la tarde a su hogar, habían puesto sillas y troncos alrededor del lugar en dónde harían la fogata, también sacaron una mesa para poner los aperitivos y los bebestibles.

Estaba todo listo, de todas formas si el frío se ponía insoportable, Harry llevaría a todos dentro de su hogar y prendería la chimena, estaba todo calculado.

Louis llegaría cerca de las 20:00 pm con sus amigos, estaba levemente nervioso por eso y no sabía exactamente por qué.

Scar, Theo, Tom, Maggie y Aaron llegaron juntos, el grupo venía con grandes chaquetas para abrigarse y mantas, conocían el clima de su pueblo.

Trajeron cervezas, vodka y cosas para comer.

—¿Te ayudo a prender la fogata?— Theo se acerca a Harry y este asiente ante la ayuda, el pelinegro forma una fogata dentro de cinco minutos— por algo fuí el mejor Boy scout.

Harry ríe ante eso y se sienta frente a la fogata, su mirada estaba fija en la madera la cual estaba siendo consumida lentamente por las llamas.

—Es aquí, estoy seguro— Louis mira su celular por quinta vez y asiente decidido— ¿Ven? Ahí está la fogata.

Harry se levanta de su asiento y va a recibir a sus últimos invitados, Louis se acerca con pasos tímidos y le sonríe con amabilidad.

—Pensamos que nos habíamos perdido, ellos son Liam y Zayn, chicos, él es Harry— se abrazan brevemente y Harry los dirige hacia los demás, les da una pequeña presentación y rápidamente se integran en el grupo.

Eso había sido un alivio.

—¡Sí! Amamos el lugar, siempre hemos querido venir y finalmente lo logramos— comenta Zayn respondiéndole a Tom.

Se escucha un golpe y Harry voltea a ver a Niall el cual estaba tirado boca abajo en el suelo.

—Puta la wea, ¿quién chucha puso está miérda aquí?— Harry se tensa al escucharlo maldecir en su idioma madre y Louis lo mira confundido.

—¿Qué acaba de decir?— Harry ríe antes de mirar al ojiazul.

—Acaba de maldecir y estaba preguntando quién puso esa silla en el camino.

—¿Le entiendes?

—Él me ha enseñado durante estos años, sé decir algunas cosas— Louis lo mira con impresión y se acerca un poco más a él.

—Dime algo— Harry piensa en las palabras que le había enseñado Niall, había sucedido hace tiempo así que no recordaba si eran buenas o malas.

—Cállate sapo culiao— Niall suelta una exclamación y se acerca a Harry, cubre la boca de el ojiverde con una de sus manos y le da una mirada de disculpa a Louis.

—Eso no sonó bonito— comenta el ojiazul divertido ante la situación.

—Porque no lo es, Harry, no vuelvas a decir eso... Es una mala oración.

Harry sacude su cabeza hasta alejar la mano de Niall de su boca.

—Sonaba bonita en mi mente ¿qué significaba?— Niall niega con su cabeza y se aleja del par, evadiendo totalmente esa pregunta.

—¿Cuál es su Nacionalidad?— Louis toma una rama del suelo y comienza a juguetear con ella, intentaba ignorar el frío que estaba haciendo.

—Es Chileno, ya casi ni se le nota el acento, lo ha perdido con el pasar de los años— Louis parte la rama por la mitad y posa sus ojos sobre Harry, iba a responder pero su mandíbula tiembla—Tienes frío.

La afirmación de Harry lo hace asentir, el ojiverde tira del cierre de su chaqueta y se la quita, se la tiende a Louis el cual había comenzado a negar con su cabeza.

No podía aceptarla.

—Acéptala, iré a buscar una ahora mismo, no te preocupes por mí— Louis suelta un suspiro y un poco de vaho escapa de sus labios, toma la chaqueta entre sus manos y Harry se levanta de su lugar, se mete en su hogar y Louis aprovecha para ponerse esa chaqueta.

El perfume que usaba Harry invade sus fosas nasales, inconscientemente lleva el borde de la chaqueta a su nariz para respirar el maravilloso olor durante más tiempo, se sentía como si Harry lo estuviera abrazando.

Su mirada se alza cuando siente una mirada fija en él, Zayn arquea una de sus cejas y Louis suelta el borde de la chaqueta, aparta la mirada avergonzado y la posa sobre el mirador.

Harry tenía una hermosa vista, realmente era grandiosa.

Una mano se apoya sobre su pierna y Louis se da cuenta que Harry había llegado, una chaqueta azul con blanco estaba sobre su cuerpo y entre sus manos traía un beanie de lana.

—¿Me permites? No quiero que te duela la cabeza— Louis sonríe y asiente con lentitud, Harry se inclina hasta él y pone el beanie sobre su cabeza, lo acomoda y queda satisfecho con su resultado- perfecto.

Louis creía que Harry era perfecto.

Mistletoe |Larry Stylinson| [2]Where stories live. Discover now