Capítulo 24.

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—Ernest por favor, quédate quieto— Louis tenía mucha paciencia, pero de verdad ya se sentía al borde del colapso.

Habían pasado un par de semanas desde que había vuelto y como su madre se estaba mejorando de un par de costillas rotas, él y su padre estaban a cargo de la familia.

El problema era que sus hermanos menores le estaban causando dolores de cabeza e intentaba dar lo mejor de sí para no lanzarse por una ventana.

—Doris, no, deja eso ahí— se sentía demasiado presionado.

El sonido del microondas le indica que se había terminado de calentar la comida de sus hermanos, va hacia la cocina y casi se va de espaldas cuando ve la harina esparcida y lanzada por toda la cocina.

¿En qué momento pasó eso?

Su celular comienza a sonar y no puede evitar frustrase más cuando sale de la cocina con este en manos y no ve a sus hermanos por ningún lado, estaba teniendo un pésimo día.

Más bien una pésima semana.

Finalmente el castaño contesta y se lleva su teléfono al oído, mira hacia a su alrededor buscando aún a Ernest y Doris.

—Louis— la voz de Harry se escucha al otro lado y Louis sonríe momentánea por eso.

—Hey— murmura con suavidad y nota que el ventanal hacia el patio estaba abierto, abre sus ojos y sale de su casa para buscar a esos pequeños rebeldes en el patio.

Deja de escuchar lo que le estaba diciendo Harry, cuando ve a Doris cerca de la piscina casi le da un paro.

—¿Louis? ¿me estás escuchando?

—No, lo siento— escucha un suspiro del otro lado, pero no le dió importancia.

—Tenemos que hablar— Louis toma de la mano a Doris y la aleja de la piscina.

—Dime.

—Esto no está funcionando— eso le llama la atención a Louis y se mantiene atento a la llamada— no hablamos nunca, literalmente nunca, cuando te llamo nunca puedes hablar conmigo y no me respondes los mensajes.

—Sabes que estoy ocupado.

—Lo sé, pero busquemos una solución entonces— Louis extrañamente se siente molesto.

Al parecer había llegado a su límite y cuando llega a su límite explota y manda a la miérda a la primera persona que tiene al frente.

—Si no crees que esto va a funcionar ¿para qué intentar? He tenido unas semanas de miérda y lo único que haces es quejarte, en vez de darme tu apoyo que es lo que necesito, sólo me das más carga— se escucha un silencio del otro lado y eso le hace arquear una de sus cejas.

—Una conversación es de a dos, entiendo que estes ocupado y cabreado, pero yo también lo estoy y aún así me doy un jodido tiempo para poder llamarte— Louis rueda sus ojos y lleva a Doris hacia adentro de la casa, aún le quedaba buscar a Ernest.

—No me disculparé, porque no siento culpa.

—No te estoy pidiendo que te disculpes.

—¿Entonces qué quieres?

—Qué aportes lo mismo que yo aporto.

Louis ve a su hermano escondido detrás del sillón y suspira con alivio, va hacia a él y lo ve cubierto de chocolate, específicamente salsa de chocolate.

—No veo que estemos llegando a ninguna solución, Louis creo que lo mejor es... — el ojiazul lo corta antes de que pueda terminar.

—Realmente pensé que me entenderías, supongo que las cosas estarán mejor así, no me vuelvas a llamar Harry.

El ojiverde traga en seco y sus ojos se llenan de lágrimas, se sentía tan frustrado, de verdad no quería comentarle nada a Louis, pero siempre era lo mismo y ya no sabía que hacer.

Quería muchísimo a Louis, pero simplemente no entendía para que le había pedido que lo llamara si literalmente estaría hablando solo.

Fué paciente y amable, pero estaba cansado.

Siempre intuyó que una relación es 50/50 y con Louis no estaba siendo así, entendía que estuviera cansado, pero aunque sea esperaba un “estoy bien” ni siquiera sus mensajes que literalmente podía responderlos a cualquier hora, eran contestados de vuelta.

Lo extrañaba tanto y al parecer Louis a él no y estaba bien, pero esperaba que por lo menos se lo hubiera dicho, quizás ahora que estaría alejado sería una “carga” menos para el ojiazul.

Se alejaría si era eso lo que quería, quizás su corazón estaba roto, pero ¿qué más da? Eso no importa.

Ten una buena vida, Louis— susurra con suavidad el ojiverde y finaliza la llamada.

Mistletoe |Larry Stylinson| [2]Where stories live. Discover now