Mistletoe |Larry Stylinson| [2]

Capítulo 35.

Louis tenía recargada su espalda contra el pecho de Harry, el ojiverde dejaba pequeños besos sobre su mejilla mientras el ojiazul mantenía su vista en las luces navideñas.

—¿Sabes? Siempre supuse que estaba en mi hogar, que todo esto lo era— murmura con suavidad el rizado y Louis voltea un poco su rostro para poder verlo mejor— pero me dí cuenta que mi verdadero hogar eres tú, si quieres irte yo te seguiré a cualquier lado.

Louis muerde el interior de su mejilla intentando ocultar sus nervios y niega con lentitud.

—No me quiero ir Harry, quiero quedarme aquí contigo y echar raíces, quiero que nuestra familia crezca aquí— Louis abre sus ojos y se gira para voltear a verlo— o sea, claro, sólo si quieres una.

—Claro que quiero una copito— besa sus labios con suavidad y un recuerdo que estaba seguro que no era propio le invade la mente— este último tiempo estuve teniendo sueños raros.

Louis ladea su cabeza confundido y Harry decide seguir hablando.

—Tú y yo en una playa, pero éramos jóvenes, demasiado jóvenes y... Yo de alguna forma no lo lograba— comenta y el ojiazul se apega más a su cuerpo— todo era un poco confunso, pero sé que no lo lograba y tú... Tú me seguiste.

Los ojos de Louis se llenan de lágrimas y estaba un poco shockeado.

—Creo recordar algo así, creo que también lo he soñado, me han pasado algunas cosas que me hacen sentir como si ya lo hubiera vivido— comenta por lo bajo el ojiazul y Harry asiente estando de acuerdo.

—¿Crees que en otra vida estuvimos juntos?

—Creo que en otra y en muchas más, creo fielmente en que eres mi compañero de vida.

—¿De dónde estás sacando tanto valor para decirme todo esto?— Louis ríe con suavidad, era una muy buena pregunta.

—De mi corazón, sentí mucho miedo cuando estuve a punto de perderte y ahí tomé en cuenta tus palabras, la vida es demasiado corta como para guardarme todo lo que estoy sintiendo por tí.

Harry mira con adoración al chico frente a él, en ese momento supo que toda espera había valido la pena, la persona correcta estaba frente a él y lo amaba.

Se sentía afortunado por eso, se sentía el chico más afortunado del mundo y sentía muchísimas ganas de gritar de alegría.

Su corazón latía desbocado y se sentía eufórico, se sentía libre, se sentía en casa.

—Cásate conmigo— murmura sin más,  de golpe y de frente.

—¿Q-qué?— Louis deja de reír y mantiene sus ojos expectantes en el chico frente a el.

—La vida es muy corta, cásate conmigo... — Harry apoya su frente contra la de Louis, el cual aún no podía creerlo, Harry había sido muy directo.

—¿Lo dices en serio?

—Nunca había dicho algo tan en serio como ahora.

—Oh dios— Louis lleva ambas manos hasta su boca y luego con una de estas golpea el hombro de Harry— ¡¿Cómo se te ocurre decírmelo así?! Estoy hiperventilando.

Harry ríe ante eso y deja un beso sobre la frente del castaño.

—Respira copito, no necesito una respuesta inmediata, pero quiero que sepas que me muero por casarme contigo— toma el mentón del ojiazul con su mano derecha y deja un cálido beso sobre sus labios— te amo.

—Yo también te amo Harry.

|❄️❄️❄️|

Louis termina de decorar las galletas que había hecho, limpia sus manos sobre el delantal que había usado y mira el reloj sobre la pared.

No alcanza a pasar ningún minuto más cuando Harry estaba entrando al lugar, el ojiverde sonríe y se acerca hacia su chico, como saludo le da un suave beso en sus labios.

Mira las galletas que había preparado Louis y se mantiene en silencio antes de preguntar lo que venía rodando en su cabeza durante esos días.

—¿Cómo te fué?

—Bien, mis estudios en enfermería sirvieron de algo, me aceptaron en el hospital— Harry sonríe ante eso y deja múltiple besos sobre el cuello de Louis.

—Estoy tan orgulloso de ti.

Louis ríe ante las cosquillas que le causaba el cabello de Harry, se encoge y se remueve en su lugar, sonríe de medio lado antes de murmurar con suavidad.

—Espero que me soportes Harry, porque llegué a tu vida para quedarme y me quedaré hasta que me digas que me quieres aquí, hasta que me aceptes— Harry alza ambas cejas ante eso, de verdad amaba al chico frente a el.

—Siempre te querré aquí, a mi lado.

Siempre.