Mistletoe |Larry Stylinson| [2]

Capítulo final.

Un año depués.

Louis no puede evitar mirar con adoración los fuegos artificiales en lo alto, era su segundo año nuevo que lo pasaba junto a Harry y aún así se sorprendía por lo bonito que se veían los colores contrastando con la montaña y con el cielo despejado.

Harry mantenía apoyado su mentón en el hombro de Louis y ambos estaban sentados en el patio de Harry, Louis estaba entre sus piernas y mantenía su espalda pegada al pecho de Harry.

El ojiazul acariciaba con ternura las manos que estaban sobre su abdomen.

El sonido de los fuegos artificiales dejan de oírse, pero ninguno de los dos se mueve, esa Navidad la habían pasado con la familia de Louis, ya que durante las vacaciones de invierno habían ido a visitar a la familia de Harry.

Todo estaba resultando tan bien.

Louis acaricia el dedo anular de Harry y sonríe ante eso.

—Harry— el chico detrás de él tararea afirmándole de que estaba escuchando— sí quiero casarme contigo.

Harry se aleja un poco de Louis para poder ver su rostro.

—¿De qué hablas, copito?— sí, el apodo se había mantenido.

—Hace un año, querías casarte conmigo y acepto, sí quiero— una sonrisa se forma en los labios de Harry y Louis ve perfectamente como los ojos del amor de su vida se llenaban de lágrimas.

—¿Estás seguro?

—Nunca había estado tan seguro de algo, nunca hemos necesitado un título, pero sería bonito hacerlo legal, ya sabes y poder... — Harry entiende de inmediato a lo que se refería.

—Adoptar— Louis asiente y el ojiverde no puede evitar llenar la mejilla de su chico con múltiples besos.

Harry vuelve a apoyar su mentón sobre el hombro de Louis y cierra sus ojos, dejando que el viento los envolviera a ambos.

—Lo logramos— murmura con suavidad el castaño, Harry vuelve a abrir sus ojos y los pone sobre el mirador.

—Sí, lo hicimos— sonríe para luego lamer su labio inferior, no le cabía la felicidad en el cuerpo en ese momento.

|❄️❄️❄️|

—No, no, no, amor— Harry retrocede de espaldas y mantenía sus manos en alto, su cabello estaba cubierto de harina y su rostro tenía un poco de la mezcla que habían estado preparando.

Louis lo apuntaba con la cuchara de palo sucia, el ojiazul lo veía con una sonrisa en sus labios.

—Ven a darme un besito, Hazz.

—Baja el arma y te doy un beso— Louis ríe ante eso y niega con su cabeza, Harry había empezado y Louis le daría fin.

—Copito... — el ojiazul arruga su nariz ante eso.

—No te haré nada— Louis pasa su dedo índice por la cuchara de palo y recolecta un poco de la mezcla en este, lleva su dedo a sus labios para poder degustarla— oh, está buena.

—Como tú— Harry ríe antes de agacharse, ya que Louis le había lanzado un pequeño cojín del sillón.

El ojiverde se acerca a su prometido y rodea su cintura con uno de sus brazos, deja un cálido beso en su frente y baja lentamente sus labios hasta besar la pequeña nariz de botón, finalmente exhala con suavidad y deja un beso pequeño sobre los labios ajenos.

—Te amo, te amo muchísimo y quizás nunca te lo había dicho antes, pero gracias por no rendirte conmigo— Louis sonríe ante eso y con sus brazos rodea el cuello de Harry, se alza en la punta de sus pies y también deja un casto beso en los labios del ojiverde.

—Sabes que estuve a punto de hacerlo, hubiera cometido el peor error de mi vida.

—Aún así te hubiera ido a buscar— Louis no tenía ninguna duda sobre eso.

—Lo sé amor, lo sé y gracias por eso— Harry se inclina para besar  definitivamente a Louis, pero este pega la cuchara de palo en la mejilla de Harry y lo embarra con la mezcla.

Louis se aleja rápidamente riendo y Harry aún estaba en shock.

—Esto no quedará así, copito.

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Louis estira su cuerpo para poner los vasos sobre la repisa de la cocina, unas manos se posan sobre su cintura y suelta una risa ante eso, le causaba cosquillas.

Se retuerce en su lugar y puede escuchar la risa de Harry detrás de él.

—Te caerás, deja de moverte— Louis golpetea con suavidad las manos de su esposo.

—Quita tus manos y quizás así no me caiga— Harry quita sus manos y se aleja un par de pasos, Louis termina de ubicar los vasos y voltea hacia a Harry.

—Ven, está nevando— sin siquiera darle tiempo a reponder, el ojiverde jala al ojiazul hacia afuera de su casa, Louis queda en el marco de la puerta viendo como pequeños copos de nieve caían del cielo.

Harry tiende su mano hacia el cielo intentando por lo menos obtener un copo de nieve, cuando lo logra lo baja para verlo mejor y ve como este se derrite sobre su manos.

Louis se acerca al ojiverde y se apega a su cuerpo, Harry lo rodea con sus brazos y baja su rostro para dejar un besos sobre sus labios.

—Eres lo que siempre quise y necesité— Harry sonríe ante eso y apoya su frente contra la de Louis.

—Te amo.

—También te amo.

Ambos se miran a los ojos como niños asustados cuando escuchan como el viento comenzaba a azotar con fuerza los árboles, corren hacía su hogar y se resguardan ahí dentro.

Ellos eran el hogar del otro y ese lugar se había vuelto su espacio seguro.

Harry se acurruca en el sillón y abre sus brazos para que Louis se acomodara ahí, el ojiazul sin dudarlo lo hace.

Ambos al fin se sentían en casa, después de tanto tiempo viajando y recorriendo lugares sin conocerse, al fin lograron encontrar lo que tanto anhelaban, una persona a la cual amar y estabilidad.

Louis admitía que le había tomado cariño a la tradición de colgar muérdago en la época Navidad, quién hubiera pensado que unas ramitas de un árbol y una vieja tradición lo mantuvo al lado del chico al cual amaba con todo su corazón.

Viva el muérdago, la magia Navideña y Zermatt.

Viva el amor eterno y las almas reencontradas, que aunque pasen mil años harán todo lo posible para volver a unirse.

Harry y Louis al fin se reencontraron y lo seguirán haciendo una y otra vez.