Capítulo 33.

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Louis toca la puerta de Harry y luego vuelve a meter las manos dentro de su chaqueta, Liam y Zayn estaba detrás de él.

Navidad había llegado, el cumpleaños de Louis también y no se sentía emocionado, se había estado deteriorando y ya no podía más.

Esa mañana había comprado los boletos para volver a Londres, en simples palabras.

Se había rendido.

Esa sería la última noche del trío en Zermatt.

Niall abre la puerta con sus mejillas llenas de comida, se hace un lado para invitarlos a pasar y Louis se comienza a desabrigar, la mesa de Harry ya estaba totalmente servida y toda su casa estaba adornada.

El ojiazul saluda a Niall con una pequeña sonrisa en sus labios y luego saluda a Taylor con un pequeño abrazo.

La rubia lo mantiene apegada a su cuerpo, evitando que se separara, sentía que Louis necesitaba un abraza reconfortante y se lo estaba dando.

—Gracias— murmura con suavidad el castaño y Taylor asiente, Harry aparece en su sala con una fuente entre sus manos, recién la había sacado del horno.

Cuando el rizado posa su mirada sobre Louis siente calidez en su cuerpo, quita sus guantes de cocina y los lanza al sillón, con pasos rápidos se acerca a Louis y lo rodea con sus brazos.

—Felíz cumpleaños Lou— susurra cerca de su oído antes de dejar un beso sobre su mejilla— tengo una salida planeada para mañana, sé que te encantará.

Louis se mantiene en silencio y suspira, tenía que decirle que se iría, pero ahora no era el momento, la noche recién empezaba y no podía arruinar la velada.

|❄️❄️❄️|

El castaño se sentía sofocado, por lo cual había salido a tomar aire, se sentía mal al ver a todos felices y llenos de colores, en cambio él estaba tan gris.

Louis se balanceaba en sus pies mientras mantenía la mirada en la ciudad de Zermatt, las luces iluminaban levemente su rostro y de cierta forma le causaba tranquilidad.

—¿Me dirás que es lo que sucede?— pega un pequeño brinco ante eso, no había escuchado cuando Harry se había acercado.

Louis se gira en su lugar y se mantiene de pie frente al ojiverde, el cual se había sentado en un tronco.

—Y-yo... Me iré Harry, mañana volveré a— iba a decir “mi hogar” pero su hogar era la persona frente a él, así que evita esa palabra— Londres.

Harry se levanta de su lugar, su corazón había comenzado a latir desbocadamente.

—¿Por qué? ¿pasó algo?— Harry intenta tomar el rostro de Louis entre sus manos, pero este se aleja.

—Estoy roto, suena egoísta, pero ya perdí todas las esperanzas— murmura e intenta caminar para volver a la cálida cabaña de Harry.

El ojiverde se ubica frente a él impidiéndole el paso.

—No entiendo a que te refieres— Louis niega con su cabeza y cierra sus ojos, por otro lado Harry mira por sobre su cabeza y ve el característico ramito que Taylor solía colgar por alrededor de su casa.

Ambos estaban parados debajo del muérdago.

—Louis... Levanta la mirada— el ojiazul lo hace y ve esas ramitas, abre su boca sorprendido y mira a Harry, comienza a negar con su cabeza— no podemos romper la tradición.

—Somos amigos— la última palabra suena casi estrangulada, pero aún de todas formas Harry se acerca a Louis y toma su rostro entre sus manos.

Apoya su frente contra la del ojiazul y Louis se rinde, cae ante él.

Harry sonríe al verlo más tranquilo y roza su nariz contra la del castaño, el gesto se le hacía tan familar.

Se da el lujo de acariciar el mentón de Louis y se inclina un poco, sus labios crean un pequeño roce.

—No hagas esto... — susurra con suavidad el ojiazul aún con sus ojos cerrados.

—Jamás te besaría sin tu consentimiento— admite el ojiverde y Louis traga en seco— aunque creo que hace un tiempo lo hice con alguién.

Louis recuerda el primer pequeño beso que se habían dado.

—Estoy seguro que esa persona si te había dado su consentimiento— Harry ríe ante eso y con su pulgar traza pequeños círculos en su mandíbula— Harry...

El ojiverde tararea indicándole que lo estaba escuchando.

—Bésame ¿sí?— Harry detiene sus caricias y se mantiene serio por un instante, acerca su rostro al de Louis y presiona sus labios contra los del contrario.

Louis pierde el aliento e intenta buscar algún soporte, por lo cual sus manos se dirigen hacia los hombros del ojiverde.

Ambos ladean sus rostros coordinándose perfectamente, Harry estaba confundido, se sentía como si ya lo hubiera besado antes, su cuerpo lo reconocía.

Un dolor de cabeza horrible lo invade, pero se niega a separarse de Louis.

En cambio Louis totalmente asustado y aún más roto se aleja de Harry, rompe el beso e intenta huir, ese beso se sentía como una despedida.

Odiaba las despedidas.

El ojiazul da un par de pasos antes de detenerse bruscamente, Harry lo había detenido.

—¿Hacia dónde vas, copito?




Mistletoe |Larry Stylinson| [2]Where stories live. Discover now