6.5 Frialdad confidente

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Lo abraza y acurruca en sus brazos. El bebé bosteza y se ríe palpándole en la cara, sin entender porque está llorando y jamás lo haría. Namjoon entra de volada a la casa—Reúne a todos los que saben que pasó—. El hombre asiente. Tras caminar en dirección a la habitación de Jin encuentra a una chica nueva, cabello largo, rubio y rostro redondo. Esta se pone rígida al verlo.

—Llévalo con el doctor, que le pongan ropa nueva y... todo lo que haga falta ¿Vale? ¿Tú nombre?

—So-Solar...

—Vale. Anda. —Ella agarra al bebé con ternura para luego perderse en los pasillos.

—Ya están reunidos señor. —Asiente vagamente.

En su despacho -que aún está redecorando-, están las quince personas que saben lo ocurrido. Entre ellas el doctor de turno. Todos reverenciaron y ven con pena a su demacrado líder. Esa lástima que hay en sus miradas le brinda una conciencia clara: No quiere que lo vean de esa manera, evidencia su fracaso.

—Encontré a un bebé en el parque. No sé por qué, quienes o qué pasó para ser dejado ahí. Lo cierto es que me lo voy a quedar. Jin no se va a enterar de lo que pasó. —explica con voz más gruesa de la que esperó.

—No creo que sea buena idea señor. —opina uno de ellos. Namjoon se muestra irritado.

— ¿Por qué? Corazón que no ve, corazón que no siente. Él no tiene porque-

—Señor... su hijo murió, es una muerte normal. Es muerte de cuna nada más. No se trata de que usted no lo-

Lo calla de un disparo a la cabeza. Los que están alrededor dan un par de pasos atrás, asustados por lo repentino. Namjoon baja el arma, la indiferencia se marca con tanta rapidez que ellos no pueden creerlo. Como si a partir de esto está haciéndose lo que siempre esperaron de él.

—Kim Ji-Min sigue vivo. Está en el ala médica. Aquí no-ha-ocurrido-nada—habla pausado—. Sin embargo, la confianza es una perra y mientras ustedes que saben la verdad respiren... Mi familia peligra. No voy a permitir que le hagan daño a Jin—Ladea la cabeza—. Tampoco a mi hijo. Los muertos no hablan.

Dispara a cada uno de ellos antes de que puedan huir. El chofer, Wonwoo, se mantiene quieto e impasible. Con él son dieciséis personas. Hace una suave reverencia y Namjoon le dispara sin problema. Sale del despacho y muchos están congregados en la puerta. Solo escucharon los disparos. La noticia no se regó por fortuna.

—Saquen los cuerpos, limpien el suelo; tiren a la basura los cuadros que haya de mis padres y hagan creer que el bebé murió. Mul Gwishin debe pensar que estamos en desventaja, vendrán o se aproximarán para hacer un ataque creyendo eso y-

— ¿Y qué? —pregunta un hombre entre emocionado y asustado.

—Devolvemos el golpe que nos dieron. Sonyeondan es Sonyeondan. No se trata como una perra cualquiera.

Hubo una exclamación gigante. Por fin su jefe se comporta como eso.

Namjoon llega al área de enfermería y ve a Solar con el bebé vestido con otra ropa. Quizá ella no estaba aquí y por eso cree que si es su bebé; no ha preguntado y luce encantada con él. Al menos tiene una niñera. Tras saber que no tiene nada malo aparte de un hambre capaz de tomar dos litros de leche él solito... se lo lleva a la habitación. Solar lo sigue de cerca.

—Saca esa cuna, tiene una pata floja y no quisiera que le pasara nada —Ella asiente y arrastró esta fuera sin más. Al quedar solo Namjoon sonríe tristemente—. Y-yo... lo siento tanto...

Su sollozo vino acompañado de más culpa en su expresión. Quiere convencerse de que esto está bien. Jin y él están dispuestos a amarlo como el único hijo que tienen y pueden tener ¿Qué de malo hay? Tendría lo que él no y con eso bastaba, con eso justifica haberlo metido en este enredo de gratis.

Shoot || KookMinWhere stories live. Discover now