7.3 Mariposa

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—Bien, ya no necesito más trapecios en mi vida. —ríe Jungkook arrugando la nariz. Jimin se hace el cabello atrás.

—Fue divertido, exceptuando el casi caernos. Deberíamos intentarlo por diversión. —sugiere Jimin. Fue abrazado, levantado y girado por la espalda. Se cubre la cara con las manos avergonzado. Es Taehyung, es el único que tiene tanto musculo en los brazos aparte de Jungkook.

— ¡Te compré un regalo! —Avisa Taehyung, alza la bolsa que, como cosa rara -en realidad no-, es Gucci.

—Otra vez.

—Su cerebro tiene Gucci en piedras de Swaroski—bufa Yoongi hasta sonreír con deje malicioso—. Igual, mi regalo es mejor.

— ¿Ah?

— ¡Por supuesto que no! ¡El mío lo es!

— ¿De cuándo acá se volvió una competencia y porque me dan regalos...? —pregunta Jimin sin comprender que pasa aun cuando es sobre él precisamente.

—No lo sé, a ti alrededor todo es muy raro. —murmura Jungkook intimidado por la interacción repentinamente hostil entre todos. Son solo regalos y se están queriendo matar exhibiendo cual es el más caro o cual le gustará más a Jimin.

Mientras tanto está él con apenas dinero para tener en donde caerse muerto. Triste realidad de quién no vive de la mafia a pesar de estar en ella. Cobraría de no ser porque le da miedo insinuárselo a Namjoon. Jin posiblemente si lo acepte y acabe dándole alguna de sus prendas de diamante con oro blanco de quién sabe cuántos quilates.

Namjoon y Jin los llaman. Irán a una cena para celebrar que por fin tienen vacaciones aproximándose, las navideñas para ser más exactos. Una comida más que desastrosa donde nadie pudo mantener la seriedad, ni siquiera Yoongi como cosa verdaderamente extraña. Jungkook casi sufre una parálisis cerebral de verlo tan sonriente y bromista.

Es una faceta linda y combina con Hoseok. Ya puede entender como acabaron siendo pareja. Tiene el momento de apreciar la relación que realmente hay entre todos ellos. Como son cercanos y se confían esta clase de comportamiento unos a los otros sin temor a nada.

El ambiente es tan familiar que Jungkook acabó por crecerse algo.

Bangtan Sonyeondan es una familia.

No se percató hasta la fecha que Yoongi, Hoseok y Taehyung también tienen el tatuaje de una mariposa. En diferentes posiciones, colores y estilos. Yoongi la tiene en el antebrazo derecho, pues casi siempre se lo ve en manga larga o un cuarto. El tatuaje es monocromático y con una inscripción completando el ala: Agust D; Hoseok en el antebrazo izquierdo con una forma parecida a la de Yoongi, pero invertida y con la inscripción de J-hope; Taehyung un ala tras cada oreja tan refinadas como su estilo de vestir.

—Esto es tan extraño.

— ¿El qué? —pregunta Jimin tras haber vaciado de un trago su copa. Maldito mañoso.

—Que sean una verdadera familia. Es tan... No lo sé, solo puedo decir que me alegra formar parte de alguna manera. —dice Jungkook con una débil sonrisa, ve su muñeca con la mariposa ahí tatuada. También es monarca, con sombreado gris, negro y azul marino. Jimin le toma de la mano.

—Si lo eres desde que los conociste a todos.

Con Jimin parece tan sencillo. Sabe que no es así, lo cierto es que ahora si tiene un de aprobado por todos. Namjoon alza la copa para luego beberla. El peligris nota aquella extraña interacción, no quiso enterarse de cómo se arreglaron los pleitos entre Namjoon y Jungkook.

Believe it, I see it, I know you can feel it, No secret woth keeping. So fool me like a deaming...—tararea Jimin.

I see it, let's feel it, while we still Young and fearless. —Continúa Jin.

Let's go of the light...—Sigue Namjoon en voz moderadamente baja.

Fall into the darkside. —Concluyen Yoongi, Taehyung y Hoseok.

. . .

— ¡Podemos invitar a tus padres para navidad! Estarán incómodos seguro, pero vamos... Será divertido conocerlos. Quiero saber cuál de los dos tiene los ojos tan grandes o cual tiene la nariz.

— ¡NO! —chilla tan fuerte que todos voltean a verlo—. N-no, en serio, no... simplemente no. En serio será lo único que te pida mientras siga vivo.

—Una neurona, que fascinante. —burla Yoongi.

—Podemos fingir ser normales y no mafiosos. No cuesta tanto. —afirma Jin si es que eso es lo que preocupa a Jungkook.

—Lo único que lograría es que vengan a insultarme a cualquiera de ustedes. Creen que escogí mal mi modo de vivir, lo que me gusta, lo que hago... No hace falta, tampoco vale la pena amargarme un buen rato para darle algo de qué hablar.

—Dudo que sea para-

—No quiero una escena cuando sepan que mi pareja es hombre. No necesito esconderlo, pero tampoco aguantarlos.

Jimin sabe que Jungkook no le tiene el mejor de los aprecios a su familia, vamos que es un poco extremo. Hace un puchero, quizá en otro momento cuando Jungkook tenga más confianza con respecto a ser tan libertino con su sexualidad frente a gente que, en definitiva, le importa. De otro modo, le daría igual verlos o no.

Es obvio para él notar que Jungkook aún tiene la expectativa de demostrarle a su familia que lo que hace está bien y no como ellos creen. Enorgullecerlos de alguna manera. Jungkook al final del día sigue siendo infantil y es estúpido negar que esas aspiraciones no le hacen sentir ternura por él.

—No lo vuelvas el foco de tus metas. Si es algo que ocurre, que sea así, no esperes llenarlos de orgullo... No cuando rechazan lo que te apasiona.

Jin se lleva una mano al pecho, impresionado de que Namjoon haga un aporte no insultante a la conversación. El líder se encogió de hombros cruzando la pierna y cruzándose de brazos al tiempo que muerde el interior de sus mejillas pensativo.

El ambiente tranquilo se destrozó en menos de un segundo cuando hay doble impacto contra el auto. Namjoon sacudió la cabeza una vez siente que había calma dentro del vehículo con los vidrios roto. Estira el brazo hacia Jin que está sobándose la cabeza, este asiente.

—Ya... llame para que vengan. —dijo Yoongi con la cara contra el asiento.

—Vale...—suspira Namjoon. Jimin es sacudido por Jungkook, el cual había escuchado el auto acercándose -uno de ellos-, y abrazó al peligris por inercia.

Salen del auto, Namjoon saca el arma sin importar estar a mitad de la calle. Están rodeados de manera perfecta. El chofer está muerto y Namjoon no mira a otro lado que no sea al notable líder de este ataque que con las manos en los bolsillos, se acerca un par de pasos.

—Me sorprende lo ileso que logras quedar de mis sorpresas.

—A mí me sorprende que vengas con tus pocas ganas de vivir a seguirme molestando.

—Sabes que te adoro Namjoon.

—Yo adorare dejarte sin nariz ni dient-

—Y adoro a tu esposo... y a tu hijo. Ambos unos encantos que creí haber matado y podría hacerlo ahora.

Jin esconde a Jimin tras su espalda, teniendo prácticamente una barrera humana para impedir que nada pase al más bajo de todos. Namjoon rechina los dientes.

Sehun es tan... odioso.

Shoot || KookMinWhere stories live. Discover now