Los Delirios De Amarte [RusArg]

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Belarus curaba la mejilla de aquél niño mientras Rusia le ayudaba en lo que podía. Los demás niños prefirieron no entrometerme o tener alguna comunicación con Aquel chico osado, Pensaban que si se juntaban con este su padre les castigaría peor.

—Hermano, ¿Podrías traerme las vendas que están en mi habitación?

El mayor de todos asintio y rápidamente salió de la habitación. Bela siguió humectando la mejilla del niño con una crema para las quemaduras, Suave y en sincronía, Haciendo que El pequeño comenzará a entrecerrar sus ojos.

—Kazajistan me contó que le dijiste "Que te coja un burro, Hijo de Puta" a mi padre— Comento de repente la Chica, De quizás 14 años, Al dejar de acariciar la mejilla del Albiceleste solamente para colocar su suave mano y observarlo fijamente a los ojos. —Creo que me enamore de ti.

Los ojos dorados del contrario se abrieron incrédulos, Por alguna razón comenzó a temblar ante aquella Chica que lo miraba Sumamente embelesada, Quizás hasta admirada por su osadía.

—Bela, no había nada en tú habitación.

Comento Rusia al llegar con su hermana y el Nuevo inquilino, Curioso observó como su Hermana se levantaba del suelo (Dónde eventualmente estaban sentados) y caminaba hasta él con una sonrisa.

—Me abre equivocado, En todo caso, Iré al baño.

Rusia observó a su hermana marcharse y entonces el ambiente se volvió incómodo. Aquel chico se levantó del suelo Tambaleante y Camino hasta el Ruso, quien con un leve nervio recorriendo su espinal dorsal apenas pudo articular una palabra.

—M-mi padre no quiere que salgas de eata habitación hasta mañana.

Aquel chico de ojos dorados solo se quedo quieto en su lugar ante aquellas palabras, Sin embargo sonrió con alguna clase de burla.

—Entonces voy a tener que Mear en un costado como los Borrachos.

Ante aquellas palabras Rusia lo pensó mejor, Esa habítacion era importante Para Él como para sus hermanos, No podía permitir que alguien viniera a mearla.

—Esta bien, Te acompañare al baño, Pero Luego no podrás salir más.

El Albiceleste solo asintio tranquilo y acaricio su mejilla por inercia, Dónde una leve mancha negra había quedado pintada para toda su vida.

—Mi nombre es Río de la Plata, Por cierto.

Rusia escucho aquello y solo suspiró profundamente.

—Rusia

Continuará