Él

1.4K 210 108
                                    


Fue un momento de pánico colectivo. El hombre que estaba por fuera del marco de la puerta tenía una serie de recuerdos fieles a su sueño con el joven delante de él, un fugas impulso paso por su necesidad de abalanzarse sobre la pequeña codorniz. Por el contrario, la persona que estaba dentro de la habitación estaba en estado de shock, regando para sus adentros que no haya escuchado gemir su nombre en necesidad.

-Yo... necesitaba hablar contigo.- Logro formular Jiang Cheng, barriendo cautelosamente con sus destellantes ojos violetas el cuerpo del menor y desviando la mirada sonrojado.

Wen Ning lo capto y con un rápido movimiento cerró la puerta de golpe, rogando no haberlo golpeado. Apresurado gritó.- ¡Estoy enfermo! Y-yo no puedo hablar ahora.-

Una falsa sensación de alivio de acumulo en su pecho al sentir un resoplido perfectamente audible.- Hablaremos en otra ocasión, espero que te recuperes.- Pasos desde afuera fueron haciendo eco desapareciendo en un latido.

Se acomodó mejor la túnica que tenía sobrepuesta y observo su cama hecha un desastre con el libro erótico y el pequeño frasquito. Se sintió avergonzado pensando en que había sido descubierto teniendo fantasías sexuales con el líder de la secta. Rápidamente agarro los objetos y los guardo en el estante de los libros, camuflándolos. 

Sentía escurrir algo pegajoso entre sus glúteos descendiendo por sus muslos, un calor profundo se acentuó en sus mejillas y como si su vida dependiera de ello fue hasta biombo para asearse.

Por otra parte el Jiang Cheng entro hiperventilado a su habitación, la hermosa y erótica imagen del menor había quedado grabada en sus retinas. Si bien había visto casi nada expuesto del menor, su sueño no le hacía justicia a la majestuosa obra que había tenido la dicha de presenciar.

Miro algo nervioso a su entre pierna y de ella su miembro semi despierto lo saludó.- Mierda.- murmuro y con cierta culpa, se masturbo pensando en su compañero de aun lado.

⋘ ──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ──── ⋙

Quedaba poco para la conferencia de competición que se llevaría a cabo en la secta Yunmeng Jiang.

Después de lo ocurrido, Wen Ning quería excavar un pozo y sumergirse en el hasta pudrirse. 

Fue tortuoso el tener que ver Jiang Cheng a la cara cuando se había mostrado imprudentemente en un estado tan deplorable. El mayor había pedido un par de veces hablar con él, cenas, almuerzos, pasillos y hasta en el pabellón de medicina pero siempre con un fracaso. Wen Ning se negó en cada oportunidad escabulléndose con escusas baratas.

Estaba exasperado sobre todo porque no encontraba la gravedad del asunto. Si lo estaba haciendo por haberlo visto en ese estado después de haberlo dejado recorrer su cuerpo a su merced, lo encontraba estúpido. Aunque sabía que no habían estado bien desde volver de la cabaña, estaba harto de que lo ignoraran. ¡Era el gran Sandu Shengshou! y andaba jugando al gato y al ratón.

Cansado, decidió hablar con la única persona que podía y aunque no fuera su mejor opción, era la única.

Camino hasta el estudio de Wei Wuxian un día llegada la noche. Al deslizar la puerta lo observo igual que siempre, inmerso en un desastre de papeles regados en su mesa. Al sentir la presencia de otra persona rápidamente le habló.

- ¡Jiang Cheng! Que gusto, que gusto. Extrañabas mucho a xian-xian?- Con una suave sonrisa le hizo gestos con su mano con motivo de que entrara.- Ven, ven... bebamos un poco.

OCULTOS(CHENGNING)Where stories live. Discover now