Tormenta

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Se sentía exhausto física como mentalmente, los días que estuvo junto a su maestro Wei fueron cosa de locos.

Cuando llegaron pidiendo ayuda a la secta Jiang por el tema de unos cadáveres feroces en un pueblo cercano, Wen Ning había aceptado inmediatamente ir. ¡Jamás imagino que el maestro Wei tuviera tanta energía! la caza se alargó dos días exactamente ya que según lo que les habían comentado los aldeanos, después de exterminar los que habían siempre reaparecían al día siguiente. En esta ocasión no había sucedido y lo más probable se debía al cultivo demoniaco del maestro Wei. Aunque se había deshecho de los cadáveres ,el mayor no quiso volver con la excusa de conocer el lugar.

Wei Wuxian había arrastrado de aquí para allá a Wen Ning. Por los mercados, tiendas, licorerías y demases. ¡Incluso habían ido a pescar a un río! Agregándole las mañanas de entrenamiento en el bosque aledaño y todas las noches de invitaciones a beber; Wen Ning daba gracias por tener el aguante de los Wen, aunque no negaría que más de alguna noche se sintió mareado y borracho.

Cuando llegaron al Muelle del Loto sentía sus huesos hecho polvo, como si una gran piedra hubiera caído un millón de veces en su cuerpo. La caza, los recorridos, las noches de licor, la pesca, los entrenamientos y el camino de vuelta en la espada lo tenían sin espíritu.

 Camino como pudo a su habitación, agradecido porque el líder Jiang no los estuviera esperando en su regreso. Aunque se sentía morir, este viaje le sirvió de mucho. No había tenido tiempo para pensar en él, ni en las cosas sucedidas entre ellos. Un dolor punzante se acentuaba en su costilla cada vez que recordaba su último momento juntos al igual que el beso.-¿Esto es sentirse enamorado?-. Se preguntaba a menudo.

Él quería un amor bonito y feliz, igual que un día soleado en un claro del bosque. Convencido a si mismo de que independientemente si fuera hombre o mujer, debía sentir las mismas emociones ¿no? Sentir esa felicidad desde las entrañas y el cosquilleo en la nuca. Embriagarse en su aroma y dormir cálidamente. Pero contrario a los que se imaginaba, estaba en una tormenta en medio del mar. Se sentía inseguro y ansioso, incluso codicioso. Experimentando estar al borde del precipicio con sus emociones y volver en si minutos después. Querer y no tener miedo, tener miedo y no querer. Un círculo vicioso de salir corriendo a una aventura y volver de golpe al principio.

Llegó caminando a paso tortuoso hasta su recamara. Antes de entrar observo la puerta de un lado, por debajo de la puerta escapaban pequeños destellos de luz. Rápidamente se adentró en su propio mundo. Paso sin meditar a la bañera, que ya tenía agua tibia en su interior. Se lavó el cuerpo y el cabello, notando que había nuevos aceites. Destapo un frasco de color caoba y lo acerco a la nariz, un fuerte olor a canela lo inundo. Lo observo un momento y lo volvió a dejar donde estaba, mañana preguntaría porque le habían dado nuevos si ya tenía.

Se arregló con sus túnicas interiores para ir a la cama, eran exactamente las diez de la noche. Al llegar sus ojos se abrieron con asombro y se quedó estático por un segundo. Túnicas rojas y doradas envueltas con una cinta morada hecha un lazo descansaban ahí.

Camino un poco extrañado. Visualizo una pequeña nota y la leyó:

A-Ning

Mañana será la conferencia de competición y como ya sabrás serás el representante de nuestra secta. Te dejo un regalo como símbolo de apoyo y buena suerte. No defraudes a tu secta.

Con cariño, Jiang Cheng.

Su corazón trino después de leer ese nombre, millones de pensamientos pasaron por su cabeza y muchos de ellos fueron ¿Por qué? ¿Por qué lo confundía de esa manera? ¿Por qué era atento a su modo? ¿Por qué era el hombre más bello y agradable a sus ojos? ¿Por qué era él el que hacia su corazón bombear de aquella forma?

OCULTOS(CHENGNING)Where stories live. Discover now