DARKNESS MY SORROW [SOUKOKU MPREG]

Resentimiento

Mori se encontraba en la sede de la Port Mafia con Dazai, quien ya había recibido la llamada de parte de Akutagawa y sabía que su esposo se encontraba en el hospital, con el riesgo de perder al bebé. Estaba furioso con Kunikida. Si Chuuya o su bebé morían, estaría dispuesto a asesinar al rubio con sus propias manos y a sangre fría, sin consideración de la amistad que tenían desde que ingresó a la Agencia Armada.

El ex jefe de la Port Mafia discutía con su hijo después de dos horas de estar en la misma situación. Quería obligarlo a dejar el puesto como jefe, pero para llevarle la contraria y no volver a ser una víctima más, Dazai no estaba dispuesto a hacerlo, sólo quería ir al hospital.

— ¡¡POR UN DEMONIO, MORI!! ¡¡DÉJAME SALIR DE ESTA MALDITA HABITACIÓN!! ¡¡TENGO QUE MATAR A UN BASTARDO ABUSADOR!! ¡¡DEBO VER A ALGUIEN!!

Gritaba furioso. Llevaba algunas armas ocultas en su gabardina negra, con las que asesinaría a Kunikida, en caso de que alguno de sus amados muriera. Pateaba la puerta para abrirla de esa manera, cuando oyó una carcajada de parte de ese hombre que era su madre.

— Te dejaré ir, pero antes de que lo hagas, tienes que saber que envié a capturar a tu querido hijo Hideki. ¿Quieres verlo?

Se acercó al castaño y lo tomó del cabello, lastimándolo. Golpeó su cara contra la puerta de madera, haciéndolo sangrar de la nariz.

— Lo traeré, sólo que está algo herido. Tiene moretones y sangre. Mi nieto no debe ser más hermoso que mis niñas. ¿Lo entiendes?

Decía con malicia, abriendo la puerta y empujando al herido de su hijo hacia el suelo, fuera de la habitación. Pronto, fue por el herido de Hideki, quien tenía su ropa manchada de sangre y lágrimas de dolor. El niño temblaba asustado, y con esfuerzo, gateó hacia su padre y se quedó a su lado.

— ¡Vaya, que lindo niño! ¡Irse con su papi porque tiene miedo!

Hablaba con burla, dando una última patada al mayor en el abdomen, lo que le hizo sacar sangre por la boca. Mori se alejó triunfante, mientras que el pequeño castaño intentaba trasladar a su padre hacia el hospital, con ayuda de su habilidad de levitación, similar a la habilidad de Chuuya.

— ¡Vamos, papá! ¡Debemos volver con mami y Atsu-niisan!

Decía, intentando animar al mayor, quien apenas podía moverse. Mori se asomó a lo lejos y sonrió, apuntó con una pistola hacia su nieto y disparó sin pensarlo, de esa manera haría sufrir más a Dazai y lo ahuyentaría de la Port Mafia y de su vida para siempre. Se arrepentía de haberlo dado a luz por todos los problemas que según él, Dazai le ocasionaba. Sólo quería regresar el tiempo atrás y haberlo abortado.

— ¡¡¡HIDEKIIIIIIIIIIII!!!
¡¡¡¿QUÉ HICISTE, MALDITO MORI?!!! ¡¡¡¿CÓMO TE ATREVES?!!! ¡¡¡ES UN NIÑO!!! ¡¡¡ES TU NIETO!!!

Gritaba entre llantos desgarradores. Su hijo se desangraba a su lado, inconsciente. No podía soportar verlo así aunque siempre había estado viendo cientos de muertes. Ahora era su hijo quien estaba mal.

♠♠♠

En el hospital, Fukuzawa y Atsushi acompañaban a Chuuya. Afortunadamente, tanto él como el bebé se encontraban fuera de peligro. Chuuya ya estaba consciente y preocupado por la ausencia de Dazai, pues sabía que se había encontrado con Mori y no era nada bueno.

— Fukuzawa-san, ¿Dazai se ha comunicado con usted?

Preguntó con desespero. Acariciaba su vientre plano con cariño mientras esperaba una respuesta.