Fiesta Sorpresa

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¡¡¡SORPRESA!!!

Gritaron todos al unísono, saliendo de sus escondites, tirando serpentinas y confeti, mientras que Akutagawa y Atsushi encendían las luces de nuevo.

El castaño estaba sorprendido. Aunque había visto a Chuuya y a su bebé, y a Mori y sus cuatrillizas en la entrada de la casa, no había sospechado nada y estaba asombrado de ver a sus subordinados de la Port Mafia, a los Detectives de la Agencia Armada, a personas que lo querían y lo apreciaban. Sólo podía sonreír, derramando algunas lágrimas de felicidad. Ignoraba la oscura presencia de Mori y olvidaba por un momento lo miserable que había sido su vida, y sus ideas de suicidio.

¡Feliz cumpleaños, Dazai-kun!

¡Feliz cumpleaños, Dazai-san!

Decían emocionados. Rodeaban al de vendaje y le entregaban varios regalos, lo abrazaban y le deseaban lo mejor, incluso Kunikida, quien se arrepintió de todo, admitió estar equivocado y fue perdonado por Dazai y Chuuya, convirtiéndose en un amigo más y en el tío de Hideki, Yuzuru y Atsushi.

Chuuya tuvo su oportunidad, y entre la multitud, se acercó con Yuzuru en brazos, se puso de puntitas y besó con cariño una de las mejillas de su esposo, haciéndolo sonrojar al instante.

Feliz cumpleaños, idiota. ¿Creíste que se me había olvidado?

Dijo Chuuya, ruborizado y entregando a Yuzuru a los brazos de Dazai, pues la niña tenía rato alzando los brazos hacia su padre y queriendo ir con él. Balbuceaba.

— Esta vez, sí creí que lo habías olvidado, Chuuya.

Respondió avergonzado, evadiendo la mirada del pelirrojo y fijándola en Yuzuru. La alzaba en sus manos.

Yuzu-chan es una buena niña, Chuuya. ¿Ya estás aprendiendo a cuidar mejor de un bebé? Es tan hermosa, como lo eres tú.

Dijo a modo de coqueteo. El pelirrojo le pegó un codazo en las costillas, no quería que Dazai dijera cosas vergonzosas estando con casa llena. Alguien podía darse cuenta de lo cariñosos que son con el otro y eso avergonzaba a Chuuya.

— ¡Yo no soy hermosa, idiota!

— Entonces, hermoso.

Corrigió sonriendo, jugueteando con Chuuya.

Hideki se acercó a su padre y lo abrazó con fuerza. Esa era siempre su manera de recibirlo, aunque por su estatura, sólo podía abrazarlo de las piernas.

¡Papi, llegaste! ¡¿Te gusta tu fiesta de cumpleaños?!

Preguntó el niño. Sus amigos lo esperaban en su habitación, jugando. Dazai se agachaba, cuidando de no lastimar a la pelirroja que traía en brazos, y logró ponerse a la altura de su castaño.

— Por supuesto que me gusta, Hideki. ¿Fue idea tuya?

Respondió con ternura. El niño lo observaba tan orgulloso como siempre. Amaba a su familia, y amaba tener un padre como Dazai, a pesar de saber que había sido una persona terrible en el pasado.

— ¡No! ¡Mami tuvo la idea! ¿No es él maravilloso? ¡Mamá siempre tiene buenas ideas!

Contestó, también con orgullo. Se acercó a Yuzuru, y fue jalado del cabello por ella. La niña reía con diversión, y a Hideki no le molestaba que su hermanita jalara de su cabello.

Yuzu, deja a tu hermano, ¿quieres?

Dazai intentaba poner orden y soltar del pequeño puño de la niña, el mechón castaño de su hijo mayor. Yuzuru soltó el cabello de Hideki, para después sujetar la nariz de su padre.

DARKNESS MY SORROW [SOUKOKU MPREG]Where stories live. Discover now