Pruebas maternales

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Si quieres que te perdone, o siquiera que lo intente, lo cual será muy difícil y veo poco probable... Deberás ganarte ese perdón, demostrando que has cambiado y que eres buen madre, Mori. Y por supuesto, un buen abuelo para mis niños.

Acordaba Dazai. Había dejado de llorar y hacía una propuesta tentadora a su madre. Mori aceptaría cualquier cosa por ser perdonado y estar cerca de su hijo.

— ¡Lo acepto! ¡Te demostraré que soy diferente a como era antes y que puedo ser...buena madre para tí, Osamu-kun!

Respondió decidido y sonriente.

— Bien. Tu prueba comienza desde hoy.

Metió sus manos en los bolsos de su gabardina y caminó hacia dentro de la casa, seguido por Mori, quien sentía una tranquilidad en su interior y no podía borrar la sonrisa de felicidad por ganarse una única y nueva oportunidad de ser lo que nunca fue para su hijo.

♠♠♠

Rampo guardaba la mayor parte de los dulces en su bolso, esos que se hallaban en la mesa de los regalos y bocadillos. Debía probarlos todos, sin importarle que los demás hayan comido o no.

— Rampo-san, ¿podría darme un caramelo de aquellos para mi amigo Keisuke?

Preguntó Hideki, pues no alcanzaba hasta ese lado de la mesa para tomarlo, y su amigo mucho menos, ya que era de estatura más baja.

— Claro, Hideki-kun—. Tomó tres caramelos y se los entregó.
— Aquí tienes.

— ¡Gracias!

Se alejó corriendo, chocando con Chuuya.

— ¡Oye, Hideki! ¿Vas a seguir comiendo dulces?

Regañó. Yuzuru balbuceaba a manera de regaño hacia su hermano, siguiendo el ejemplo de su madre.

— S-Son para mi amigo. ¡Yo ya no comeré más dulces, mamá!

Respondió nervioso, titubeando.

♠♠♠

Mientras tanto, en la habitación de Atsushi. Ambos habían sido cuidadosos y rápidos al hacer aquello por primera vez, por supuesto, usando protección. Les había tomado sólo cuarenta minutos, sin ser notada su ausencia por los demás, aunque cierto Detective y mafioso castaño lo estaba notando.

Estaban sonrojados y felices de estar con el otro. Agotados. Atsushi recargaba su cabeza sobre el pecho de Akutagawa, quien lo abrazaba y acariciaba su cabellera gris con ternura.

— Jinko. Te amo. Quiero estar siempre contigo.

— Y-Yo también quiero estar contigo... Akutagawa. También te amo...

Respondió avergonzado, y con algo de sonrojo en su rostro. Recibió un beso en la frente de parte del mayor, que lo hizo sentir amado.

Fuera de la habitación... Alguien tocaba la puerta. Era Dazai.

— ¡¡Atsushi-kun!! ¡¿Estás aquí?! ¡Necesito de tu presencia en la fiesta! ¡¿Podrías salir ahora mismo?!

DARKNESS MY SORROW [SOUKOKU MPREG]Where stories live. Discover now