Capitulo 17

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BRENDA

Escucho las puertas abrirse y lo mas seguro es que es Christian, no me gusta estar peleada con él, lo mejor será que vaya a disculparme.

Me levanto de la cama y me pongo mi bata, pero antes de salir escucho una voz de una mujer.

—Oh Christian, hazme tuya nuevamente — escucho que dice una mujer.

—Si princesa — le responde él

Lo que demás que escucho son puros gemidos por parte de ambos, siento mi corazón estrujarse y me duele el pecho.

Regreso a mi cama y me tapo las orejas con las almohadas, no quiero seguir escuchando como esos dos están follando en la sala.

Me juro que me amaba y que me quería, pero todo era una mentira.

Mis lagrimas caen sin poder controlarlas, se que soy sensible, pero esto me esta afectando demasiado.

Yo lo amo, pero no estoy dispuesta a soportar esta clase de humillaciones.

Me quedo dormida en medio de las lagrimas y con un dolor que nadie podrá sanar.

***

Una semana ha pasado desde que Christian se acostó con esa chica y la verdad es que no hemos hablado desde ese día.

Mi rutina se basa principalmente en despertarme 1 hora antes que Christian, me baño, me cambio me hago el desayuno y Benjamín me recoge y me lleva a la universidad.

No he querido contarle a Benjamín sobre lo sucedido, me siento muy avergonzada y es por eso que no se lo he contado.

Termino de lavar mi taza y mi plato que acabo de ensuciar y me dispongo a salir.

—Por cuanto tiempo vas a seguir ignorándome — dice Christian sumamente enojado.

Solo lo miro y no digo nada, no tengo palabras para describir lo que estoy sintiendo.

—No dirás nada — dice él gritándome

Solo lo sigo mirando y sin darle respuesta alguna.

—Hoy no sales, te quedaras aquí hasta que decidas hablar—dice él y se regresa a la habitación

Esta muy equivocado si cree que estaré aquí y le hare caso.

Me dirijo a la puerta e intento abrirla, pero es imposible.

Lo intento una vez mas y la manija no quiere dar.

No puede ser, me ha dejado encerrada.

Me voy directamente a la habitación y lo encuentro muy tranquilo en su celular.

—A ti que carajos te sucede, ¿Por qué me dejas encerrada? — le grito después de una semana de no hablarle

—Bonita manera de empezar nuestra conversación — me dice él sin apartar su visa del celular.

—Christian, déjame salir — le digo muy enojada.

—No, hasta que hables — me dice él sin mirarme.

—No sé qué quieres saber, pero haz tu puta pregunta de una vez y déjame salir — le digo molesta.

—¿Por qué no me hablas, no me miras, ni si quiera coincidimos hace una semana? — me dice él mirándome a los ojos por primera vez desde que comenzamos a hablar.

Que cara dura, encima me lo pregunta.

—Eres un cara dura para preguntar eso — le digo indignada.

—Solo limítate a contestar — me dice él

—Sera que me desperté para arreglar las cosas contigo y lo primero en escuchar son gemidos por parte tuya y de una mujer — le digo queriendo llorar, pero no lo hago.

—Y eso a ti que te importa — me dice él

—Eres un...— no termino porque él me interrumpe

—Si tú te acostaste con Benjamín, ¿Por qué yo no puedo acostarme con alguien mas? — me dice el sin pelos en la lengua

No puedo creer que él me esté diciendo esto, yo soy virgen, nunca he estado con alguien y él piensa que soy una cualquiera.

—No sabes lo que dices — le digo.

—Solo sé que eres una zorrita igual que tu madre — me dice él con veneno en sus palabras.

—¿Que? — le digo confundida.

—Tu madre se acuesta con su entrenador personal, es por ello que no le afecto que tu padre le engañara — me dice él con una sonrisa maliciosa.

—Mientes —le digo con lágrimas en los ojos.

—No tengo porque hacerlo, eres igual de zorra que tu madre — me dice él.

No sé en qué momento avance tanto hacia él, pero mi mano acaba de estampar su mejilla

—No vuelvas a decir eso de mi madre, a mi dime lo que quiera, pero a mi madre no — le digo y me voy.

Me meto al cuarto de invitados y escucho como le están echando llave.

***

No se cuanto tiempo ya llevo aquí, pero tengo demasiada hambre, lo único que he podido hacer es beber agua del caño nada mas.

Christian no esta o si esta no me hace caso, hace unos días me canse de gritar y ya no lo estoy haciendo, mi mente y cuerpo poco a poco se están desvaneciendo, no tengo fuerzas, no tengo nada.






Una firma y un papelWhere stories live. Discover now