🌴Prefacio🌴

176 41 10
                                    

—No Natalia, ya no aguanto más, lo amo mucho, pero no estoy dispuesta a sacrificar mi vida por él, soy joven y puedo rehacer mi vida, ya encontraré a alguien que me sepa valorar, que me escuche y comprenda mis problemas, encontrare a un tipo que será todo lo contrario a Christian Anderson y así podre ser feliz — siento las lágrimas bajar por mis mejillas y a pesar de intentar retenerlas no puedo.

—Brenda, no seas muy dura con él, yo sé que en el fondo te quiere

—No estoy dispuesta a averiguarlo

Salgo del lugar, pero siento un leve mareo; no le hago caso y sigo caminado la vista se me nubla y lo último que escucho es el grito de Natalia.

***

¿Qué lugar es este? ¿Porque estoy aquí? ¿Qué me paso?

Hago un leve movimiento y veo a mi amiga Natalia a mi lado.

—Natalia ¿qué me paso? 

—Te desmayaste.

—¿Por qué?

—La doctora aún no nos dice nada, tranquila.

Esperando alrededor de unos 30 minutos y la doctora aparece.

—Doctora, dígame ¿qué es lo que sucede?

—Felicidades señorita Brenda, usted será mamá.

Mi mundo se acaba de paralizar en este momento, es como si me hubiesen tirado un baldazo de agua fría. Nunca pensé que me desmayaría por estar embarazada, siempre me imagine embarazada a los 28 años, nunca a los 18.

—Brenda, qué alegría serás madre.

—Si Natalia, seré madre — digo sin poder creérmelo aún.

Como le explicaré esto a Christian, ¿se lo diré? aun no lo se. No sé ni siquiera que hacer, estoy confundida.

—Brenda, Christian tiene derecho a saber que estás embarazada

—No Natalia, él no tiene derecho de nada — sé que tiene derecho a saber, pero no se lo merece.

—Tranquila, yo te apoyare en lo tu decidas.

—Gracias

Esta es la sensación más bonita desde que me case, algo bueno que ha hecho Christian por mí es darme este maravilloso regalo, me acabo de enterar, pero ya quiero tenerlo o tenerla en mis brazos, juro que amaré a mi niño o niña pase lo pase.

Christian no sabrá lo que hay en mi vientre, no se lo diré jamás, que él siga disfrutando de su vida, menos mal que el maldito contrato acaba en 4 meses, seré libre y me iré con mi bebé lejos muy lejos.


Una firma y un papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora