Capitulo 21

44 10 8
                                    


BRENDA

Ya ha pasado varios meses y pues ahora estoy de vacaciones.

Hoy es 22 de febrero, hoy se cumple un mes más desde que nos casamos ¿irónico no?, pues ya lo creo.

Christian se ha portado como un sol, y eso me da miedo, nunca es tan tranquilo.

Tampoco he perdido mi virginidad, estoy casada y virgen.

¿Qué más puedo pedir?, nótese mi sarcasmo.

Christian me deja con ganas de más, quiero poder sentirlo, necesito de su cuerpo, pero cada vez que estamos a punto de consumir el acto sexual él para y se va; luego llega y me dice que quiere que yo este segura.

Lo amo por ser tan compresivo, es hermoso y perfecto.

Aun no me he sentido preparada para entregarme a Christian, sé que él tiene mucha experiencia y yo nula es por eso que me siento un poco incomoda.

Con respecto a Benjamín, Christian tomo muy bien la orientación sexual de su hermano y eso me alegra.

Carlos es un chico increíble y estoy feliz que este con Benjamín.

Christian también ha dejado sus locos celos por Benjamín y eso lo agradezco muchísimo.

No sé qué hacerle a Christian, él se fue temprano y aun no llega, tal vez para él esta fecha no significa nada, pero para mí sí.

Nunca lo hemos celebrado a lo grande, pero siempre me ha dado algo, ya sea una rosa, un peluche o un simple "Te quiero Brenda".

Mejor voy a terminar de limpiar la cocina para irme a limpiar la sala.

***

Por fin después de 2 horas de arduo trabajo he terminado de limpiar todo, necesito un descanso.

Mi celular suena y veo que es mi hermosa suegra.

—Brenda, mi niña, estas en casa — me dice Carolina, la madre de Christian.

—Hola Caro, si estoy en casa — le digo.

—Perfecto, ven a mi casa para almorzar en familia, ya le avisé a Christian — me dice Caro.

—¿Christian ira también? — le pregunto

—No lo sé pequeña, pero no importa, te quiero en 30 minutos en la casa — me dice Caro y cuelga.

Tengo 10 minutos para bañarme y alistarme, será mejor que me apure.

Termino de alistarme y llamo a un taxi para que me lleve a casa de Carolina.

—Buen día, al malecón Cisneros — le digo al taxista.

—Serian 35 soles señorita — me dice el taxista.

—No hay problema.

Llego a la casa de Carolina unos 20 minutos después y me bajo del taxi.

—Hasta que por fin llegas pequeña — me saluda Carolina.

—Se me hizo un poco tarde — le digo sonriendo.

—Pasa, que Benjamín está ansioso por verte — me dice Carolina.

—Yo también quiero verlo —le digo.

Pasamos a la gran casa y saludo al señor Anderson.

—Por fin llegas mujer, estaba esperándote — me dice Benjamín.

—Hola, estoy muy bien gracias por preguntar — le digo.

—Madre, déjanos solos por favor hay demasiadas cosas de las que tenemos que hablar — le dice Benjamín a Carolina.

—¿Dónde está Carlos? — le pregunto.

—Se fue de campamento — me dice él.

Pasamos conversando con Benjamín todo el rato hasta la hora de almuerzo y después ya ayudé con algunas cosas y me fui a mi departamento.

Son las 8 de la noche y no sé nada de Christian, no me ha contestado ninguno de los SMS que le envié y las llamadas ni se digan, todas me mandan al buzón.

Me siento triste a pesar de saber que a Christian estas cosas de las fechas no son importantes para él.

Solo que no se, talvez esperaba un "feliz aniversario amor", pero no me ha dicho nada, absolutamente nada.

Termino de cenar y me voy a acostar, no quiero seguir pensando en que hubiera pasado si...

Estoy por quedarme dormida cuando escucho que cantan afuera del edificio, es una canción suave, pero romántica, de seguro alguien está de cumpleaños o le están dedicando canciones de amor, no puedo evitar sentirme triste, pero no importa, iré a chismosear un rato.

Me levanto de la cama y me coloco la bata de seda rosa pálido y me asomo por la ventana llevándome una gran sorpresa.

Cuando estoy contigo crece mi esperanzaHas alimentado el amor de mi almaY sin pensarlo el tiempo me robó el aliento¿Qué será de mí si no te tengo?
Si no estás conmigo se me escapa el aire, corazón vacíoEstando en tus brazos, sólo a tu lado siento que respiroNo hay nada que cambiarNo hay nada que decir
Si no estás conmigo quedo entre la nada, me muero de fríoAy, cuánto te amo, si no es a tu lado pierdo los sentidosHay tanto que inventarNo hay nada que fingir
Me enamoré de tiMe enamoré de ti


Para mi sorpresa veo a Christian cantando a todo pulmón.

Las lágrimas caen de mis ojos sin poder controlarlas, mis emociones están mezcladas, estoy feliz, emocionada, euforita, asombrada, estoy hasta nerviosa.

La canción termina y yo sigo llorando a mares.

—TE AMO BRENDA, ERES LO MEJOR QUE ME HA PODIDO PASAR — grita Christian.

Veo a los cantantes marcharse y a un Christian corriendo a la entrada del edificio para llegar a nuestro departamento.

Sigo inmóvil y es cuando siento las manos de mi esposo en mi cintura.

—Te amo, feliz aniversario amor — me dice Christian.

—Te amo más — le digo y lo beso de una manera desesperada.

El beso se vuelve más apasionado, más fogoso, esta tan lleno de deseo por parte de ambos.

Tiro del cabello de Christian y el gime sobre mis labios y eso hace que mi cuerpo reaccione de una forma muy nueva para mí.

Christian juega con mi bata y siento como sus manos están en mis nalgas y las presiona super fuerte.

Seguimos besándonos, pero nos separamos por falta de aire.

—Te deseo Brenda, pero esperare a que tu estés preparada — me dice él mirándome a los ojos.

—Estoy lista — le digo y lo vuelvo a besar como si mañana no hubiera vida.

Enrollo mis piernas a su cadera sin dejar de besarnos, la bata que tenía ha desaparecido y solo me ha dejado en mi camisón.

Mientras beso a Christian voy desabotonando su camisa y así me deja ver su esculpido cuerpo. Paso mis manos por sus pectorales y siento mi piel arder a su tacto, me siento realmente viva.

Christian me deposita suavemente a la cama y empieza a besar mi cuello mientras sus manos traviesas juegan con mis pechos aun cubiertos por el camisón de seda.

—Eres perfecta y solo mía — me dice Christian

—Solo tuya — le respondo entre jadeos.





Una firma y un papelWhere stories live. Discover now