Capitulo 8

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CHRISTIAN

No puedo evitar ver como Brenda esta que toma sin controlarse, todos los reporteros no se cansan de tomarle fotos y lo más seguro es que mañana sea portada de una revista farandulera.

—Es mejor que nos vayamos, no quiero que hagas un escándalo — le digo mientras le doy un abrazo por la espalda.

Brenda no responde nada y solo asiente; menos mal que no hace escándalo. Me despido de todos y veo que Brenda es ajena de lo que sucede a nuestro alrededor.

—Brenda, despídete de los demás — le dijo cerca de su oído para que nadie sospeche que esta más tomada de lo normal.

—Adiós, gracias a todos por haber venido y no se asusten si pronto traemos a un miembro más a la familia; al fin de cuentas ya somos marido y mujer — dice y todos ríen menos yo.

Nos adentramos en la limosina y nos dirigimos al hotel.

—Bebe agua, te ayudara a que se te pasé la borrachera — digo muy sofocado por la situación.

—Gracias — recibe el agua y da un trago grande.

—¿Por qué dijiste eso? — pregunto irritado.

—No sé a qué te refieres — Así que quieres jugar Clark —Lo sabes perfectamente. — digo con poca paciencia.

—Solo fue un chiste, no es que yo me vaya a acostar contigo y mucho menos dejarme embarazar, así como si nada; primero invítame un café si quiera.  — su sentido del humor me exaspera 

—Mas te vale que solo sea un chiste — le digo mirándola a los ojos, pero es como si no le importara porque me desvía la mirada.

No hablamos durante todo el trayecto hasta que llegamos al hotel y entramos en el.

—Buenas tardes — saludo a la recepcionista con una sonrisa picara.

—Buenas tardes — responde ella mordiéndose el labio inferior.

—Amor mío, ya podemos entrar a la habitación, me muero de cansancio. — dice Brenda haciendo un puchero.

La miro de forma amenazante y la muy descarada vuelve a hablar.

—Señorita buenas tardes, podría darnos la llave para poder ir a descansar con mi querido esposo, nos acabamos de casar — dice Brenda con la mirada más dulce que puedo haber visto.

La recepcionista mira a Brenda con envidia, si es eso, no puedo creer que este apunto de hacer esto, pero no me gusta la forma en la que mira a Brenda.

Me agacho y atrapo sus labios con los míos, sus labios saben demasiado bien, son suaves y me producen una calidez que emana por todo mi cuerpo.

—Aquí tienen la llave — nos dice la recepcionista interrumpiendo nuestro beso.

—Gracias — respondo arisco.

Miro a Brenda y tiene las mejillas sonrojadas.

—¿Por qué te sonrojas? — pregunto pícaro

—Me dio vergüenza que hicieras eso en su delante — responde aún más roja.

—¿Qué, el besarte?  

—Si — dijo en un susurro que si logre escuchar

—No te lo tomes tan enserio, recuerda que no será el primero ni el ultimo que nos daremos — digo.

—Ya lo sé — contesta ella.

Llegamos a la habitación y era una muy grande, prácticamente parecía un departamento solo que con una habitación.

Una firma y un papelWhere stories live. Discover now