CHRISTIAN
No puedo evitar ver como Brenda esta que toma sin controlarse, todos los reporteros no se cansan de tomarle fotos y lo más seguro es que mañana sea portada de una revista farandulera.
—Es mejor que nos vayamos, no quiero que hagas un escándalo — le digo mientras le doy un abrazo por la espalda.
Brenda no responde nada y solo asiente; menos mal que no hace escándalo. Me despido de todos y veo que Brenda es ajena de lo que sucede a nuestro alrededor.
—Brenda, despídete de los demás — le dijo cerca de su oído para que nadie sospeche que esta más tomada de lo normal.
—Adiós, gracias a todos por haber venido y no se asusten si pronto traemos a un miembro más a la familia; al fin de cuentas ya somos marido y mujer — dice y todos ríen menos yo.
Nos adentramos en la limosina y nos dirigimos al hotel.
—Bebe agua, te ayudara a que se te pasé la borrachera — digo muy sofocado por la situación.
—Gracias — recibe el agua y da un trago grande.
—¿Por qué dijiste eso? — pregunto irritado.
—No sé a qué te refieres — Así que quieres jugar Clark —Lo sabes perfectamente. — digo con poca paciencia.
—Solo fue un chiste, no es que yo me vaya a acostar contigo y mucho menos dejarme embarazar, así como si nada; primero invítame un café si quiera. — su sentido del humor me exaspera
—Mas te vale que solo sea un chiste — le digo mirándola a los ojos, pero es como si no le importara porque me desvía la mirada.
No hablamos durante todo el trayecto hasta que llegamos al hotel y entramos en el.
—Buenas tardes — saludo a la recepcionista con una sonrisa picara.
—Buenas tardes — responde ella mordiéndose el labio inferior.
—Amor mío, ya podemos entrar a la habitación, me muero de cansancio. — dice Brenda haciendo un puchero.
La miro de forma amenazante y la muy descarada vuelve a hablar.
—Señorita buenas tardes, podría darnos la llave para poder ir a descansar con mi querido esposo, nos acabamos de casar — dice Brenda con la mirada más dulce que puedo haber visto.
La recepcionista mira a Brenda con envidia, si es eso, no puedo creer que este apunto de hacer esto, pero no me gusta la forma en la que mira a Brenda.
Me agacho y atrapo sus labios con los míos, sus labios saben demasiado bien, son suaves y me producen una calidez que emana por todo mi cuerpo.
—Aquí tienen la llave — nos dice la recepcionista interrumpiendo nuestro beso.
—Gracias — respondo arisco.
Miro a Brenda y tiene las mejillas sonrojadas.
—¿Por qué te sonrojas? — pregunto pícaro
—Me dio vergüenza que hicieras eso en su delante — responde aún más roja.
—¿Qué, el besarte?
—Si — dijo en un susurro que si logre escuchar
—No te lo tomes tan enserio, recuerda que no será el primero ni el ultimo que nos daremos — digo.
—Ya lo sé — contesta ella.
Llegamos a la habitación y era una muy grande, prácticamente parecía un departamento solo que con una habitación.
YOU ARE READING
Una firma y un papel
RomanceBrenda una chica de 16 años es obligada a casarse con Christian Anderson que es un total mujeriego. El amor despertará en ella, pero él hará todo lo posible para no romper el caparazón que está alrededor de su corazón