❣Capítulo 7❣

62 12 6
                                    


BRENDA

Hoy...hoy es la boda, desde hoy estaré amarrada a un tipo que no amo, que no conozco y no me apetece conocer. Se que existe el divorcio, pero eso será hasta un par de años, por el momento tengo que aguantar al gran Christian Anderson. 

No sé qué le ven las mujeres, es un hombre normal, no puedo negar que es guapo, tiene porte y se ve seguro de sí mismo cuando habla. Desde que la prensa se enteró de nuestro matrimonio no han parado de perseguirme; es agobiante tener que estar escuchando todas sus preguntas sin saber que responder.

Estoy saliendo de casa para irme a la escuela como normalmente lo hago, pero en eso un montón de periodistas se amontonan como hormigas al frente de mi puerta impidiéndome el paso.

—Señorita Clark, ¿desde cuando sale con el joven Anderson?

—¿No es muy pronto para casarse?

—¿Se casa por conveniencia?

—¿Por qué se casa tan joven?¿es que acaso está embarazada?

Muchas preguntas a la vez y ninguna puedo responder, estoy atolondrada de tanta pregunta.

Nunca hemos conversado al respecto de esto con Christian, solo dejamos que nos tomen un par de fotos un tanto cariñosas y eso fue todo lo que hemos interactuado obviando el dia en que Christian me llevó a ese lugar hermoso, cuando estaba triste por de mi padre.

—Señorita Brenda, responda — me dice uno de los periodistas

—Por favor déjenos pasar —dice William

—Gracias — le digo en un pequeño susurro

Estoy absorta en mis pensamientos e inseguridades que no me doy cuenta de que mi madre está en mi recamara.

—No puedo creer que estás por casarte — dice mi madre limpiándose una lagrima.

—Tampoco es que tenga otra opción — digo casi gruñendo.

—Sabes que tu padre y yo valoramos mucho el esfuerzo que estás haciendo — me dice mi madre.

—No creo que él esté valorando esto — hablo en voz baja.

—¿Qué dijiste? 

—Nada, solo pensaba — digo con una tierna sonrisa.

—Te ves preciosa — dice el responsable de todas mis desgracias.

¿Como seguir amándolo después de todo? No puedo, no lo perdono y sé que es mi padre, pero no puedo ni siquiera mirarlo sin recordar aquellas imágenes.

—Gracias — respondo cortante.

El ambiente se volvió tenso, ya que estas últimas dos semanas mi padre y yo no hemos tenido una buena relación.

—Deberíamos de comenzar a maquillarte y peinarte — dice mi madre y se va a llamar a la estilista.

—No me mires así, porque yo tengo mis motivos para estar arisca contigo — le digo y me volteo porque verlo me lastima.

—Hija si es por el matri — no lo dejo terminar y soy yo la que habla — No metas al matrimonio en esto, es por otro motivo que pronto sabrás —digo mirándolo con las amenazadoras lagrimas que quieren salir de mis ojos —, y hazme el favor de salirte de mí recamara — digo y él se marcha.

Hoy se lo diré a mi padre, hoy le diré que ya se sobre su maldita amante, puede ser mi hermana, no sé cómo puedo hacerle esto a mi madre, la sangre me hierve demasiado en solo ponerme a pensar en esas fotos que me enseñó Natt.

Una firma y un papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora