Capítulo 22 (+18)

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*Aviso*

El capitulo tiene un alto contenido de sexo explicito, si no te gusta esas escenas te invito a que no leas el capitulo y leas el siguiente cuando sea publicado porque esto no afecta a la trama.

Pero como se que no me harán caso e igual lo leerán, pues bueno bienvenidos 🔥😈😏

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CHRISTIAN

Tener a Brenda así es el mayor placer que puedo tener. La beso y muerdo en partes que no se imaginaba, su cuello es tan suave y sus pechos son las grandes y redondos.

Beso su cuello y bajo hacia sus pechos y me entretengo en ellos mientras Brenda jadea y tira de mi cabello haciendo que me excite más.

Mis pantalones están por reventar por la gran erección que tengo en estos momentos, estoy tan excitado que duele.

Bajo las tiras de su camisón  dejándola solo en una pequeñas bragas de encaje blanco.

—Eres perfecta — le digo mientras dejo besos húmedos en su plano abdomen.

—Christian no me tortures — me dice deseosa por que la toque en su intimidad.

Si pensarlo dos veces bajo sus bragas y meto mi cabeza entre sus piernas, empiezo a chupar y lamer, solo escucho los gemidos de Brenda.

Joder, su sabor es tan delicioso, ella es tan excitante, tan perfecta.

—Vamos hermosa, córrete para mi — le dijo mientras la penetro con mis dedos.

Mi lengua sigue haciendo su trabajo con su clítoris mientras mis dedos no dejan de penetrarla.

—Ahhh Christian — gime Brenda al momento que se corre en mi boca.

Me quito el pantalón y el bóxer y hago que Brenda se hinque y meta su miembro en su pequeña boca.

—Oh si preciosa, sigue así — le digo mientras gruño por el placer que me está provocando.

Esa pequeña boca, esos labios y esa lengua viperina me la están chupando.

Ver a Brenda aquí arrodillada chupándome la polla es la imagen mas erótica que puede haber.

—Oh no pequeña, no me correré en tu linda boca, ¡arriba! — le digo dándole la orden.

Ella sin decir nada sube muy obediente.

Coloco a Brenda en la cama y comienzo a jugar con su clítoris con mi polla erecta.

—Dime que quieres Brenda — le digo provocándola.

—Ahh Christian — gime.

—Si no me lo dices no lo tendrás — le digo provocándola más.

—Ahhhh, Christian follame — me dice ella demasiado excitada.

Se que Brenda es virgen y si me meto muy brusco en ella le va a doler.

Agarro mi polla y la introduzco lento pero placentero para ambos, una vez que la completamente dentro veo a Brenda con lagrimas en sus lindos ojos.

—Tranquila, ya pasara — le digo sin moverme para que se acostumbre a mi tamaño.

—Sigue Christian, quiero sentir todo de ti — me dice ella.

Comienzo a moverme rítmicamente pero despacio, no la quiero lastimar.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez estocadas y necesito ir rápido, lo necesito ya.

—Rápido Christian, quiero que lo hagas rápido — me dice ella entre gritos de placer.

Sin pensarlo dos veces comienzo a moverme como un salvaje, entro y salgo de ella como lo he querido hacer desde que la conocí.

Brenda me araña la espalda y no me duele, mas bien me causa morbo que lo haga.

—Ahhhh — gime y sus gemidos solo hacen que yo quiera más de ella.

—Oh pequeña, despertaste a la fiera — le digo gruñendo

Sigo encima de ella sin apoyarme demasiado para no lastimarla, mientras se la meto estoy chupando sus lindo pechos que de seguro quedaran marcados por mí.

Joder parezco un bebe mamando, pero como no serlo si Brenda tiene unos pechos muy generosos.

—Te quiero de rodillas en la cama, ahora — le digo autoritario.

Brenda muy obediente me hace caso, dejándome a la vista su culo.

Uff, como me pone verla así, verla tan indefensa.

—Serás castigada por no enseñarme lo que es mío haga ya un tiempo — le digo y comienzo a darle nalgadas.

Una, dos, tres, cuatro, cinco nalgadas y Brenda no me dice que pare

—Si quieres que pare solo dilo — le digo.

Y ella mueve la cabeza afirmando que me ha escuchado

Seis, siete, ocho, nueve, diez nalgadas y ella sigue aguantando

—A la pequeña le gusta que la nalguee ¿verdad? — le digo mientras froto sus nalgas .

—Si daddy, me gusta que lo hagas — me dice ella con una voz de niña inocente.

Me acaba de llamar ¿daddy?, sí que lo ha hecho...ella no sabe con quién se ha metido

Brenda acabas de entrar a la boca del lobo.

—Tu daddy te enseñara modales — le digo y se la meto de uno solo haciendo que ella suelte un gemido desgarrador.

Entro y salgo del interior de Brenda y solo puedo ver como se aferra a las sábanas y calla sus gemidos hundiendo su cara al colchón.

—Christian me corro — me dice ella.

—Si pequeña, córrete para mi — le digo.

Dos estocadas más y Brenda se corre y gime mi nombre.

—Muy bien pequeña, ahora es mi turno — le digo

Me aferro a sus caderas sabiendo que mañana tendrán las huelas de mis dedos marcados en su piel, pero no me importa.

Entro y salgo de ella, parezco una completa bestia y se que estoy apunto de correrme.

—Arrggg Brendaaa — gruño su nombre cuando me corro completamente dentro de ella

Salgo de su interior y me acuesto a su lado

—Te amo Christian — me dice Brenda super cansada

—Descansa pequeña —le digo y ella cierra sus lindo ojitos

Brenda se queda dormida a los minutos y yo aun sigo despierto.

No voy a negar que Brenda me ha hechizado, pero tengo miedo, tengo miedo aceptar mis sentimientos, que pasa si otra vez me engañan, no puedo abrirme completamente a ella, y es solo mi culpa no hacerlo, pero aun no estoy listo, aun no.

Verla dormir me calma, ella me trae paz y tranquilidad, ella es mi todo en este momento, quiero que esto se quede asi por mucho tiempo.

Brenda se ha colocado en cada parte de mi duro corazón, ella es única, ella es mía y solo mía.

Nadie la tendrá como yo la tengo.

Puede que se oiga posesivo, pero es cierto, nadie puede ni siquiera respirar en la misma dirección en que lo hace mi pequeña, ella es mía y yo soy suyo.

La abrazo dejando atrás todos esos pensamientos y tocando la suave piel de su espalda y asi me quedo completamente dormido.







Una firma y un papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora