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El creador me comentó que el político había quedado totalmente satisfecho, así que, nos envió una gran cantidad de dinero para compensar nuestro perfecto trabajo que habíamos hecho durante la sesión de sexo. No puedo negar que el hombre es atractivo, pero no lo es tanto como aquel pelinegro que me hizo sentir en otra dimensión con una simple estocada; negué con la cabeza y me reprendí dado que no puedo tener esos absurdos pensamientos en estos momentos.

—Know— elevé la mirada de mi whisky y me encontré con Xiumin. —El creador me ha pedido que te dijera lo siguiente: "El Sr. B te está esperando en la habitación veintidós"— dijo tras entregarme una llave. —Suerte, amigo.

—¿El Sr. B? — pregunté con confusión tras tomar la llave.

—El hombre que ha venido para calificar tus habilidades y conocimientos— se rio —¿No lo recuerdas?

—¿El hombre...? ¡Maldita sea! — comencé a correr hacia la habitación veintidós puesto que ese hombre detesta la impuntualidad. No recordaba que hoy era el día en que me encontraría con el jefe.

Debo hacer todo lo necesario para lograr que Hwang no sea enviado a prisión; cada una de mis acciones deberá ser correcta para que mi mejor amigo sea libre y pueda continuar con su vida, dejando de lado la preocupación de haber asesinado a un bastardo que intentó dañarlo.

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"Es malditamente caliente y no puedo dejar de mirarlo con demasiada atención porque todo en él es atractivo", pensé tras encontrarme con el hombre que está sentado frente a mí con una expresión en blanco.

Debo aceptar que me siento en el maldito infierno de lo caliente que es el Sr. B y a pesar de que me está mirando con esa expresión tan fría, me siento terriblemente excitado y dispuesto a hacer todo lo que me sea ordenado por el cliente.

—Creí que mi asistente te había dicho las reglas— dijo con tono serio tras cruzar su pierna con elegancia. El maldito traje color negro que trae puesto le queda a la perfección ya que está hecho a la medida; su camisa blanca se encuentra abierta de los primeros dos botones y esto me da una excelente vista de su blanquecina piel y muero por marcarlo para dejar en claro que ese hombre ha estado conmigo.

—Así fue— aseguré.

El hombre peinó su cabello hacia atrás con su mano y sonrió de lado, nuestras miradas se volvieron a encontrar y me sentí desfallecer.  

—No creo que te hayan quedado muy en claro— soltó con sarcasmo —¿Debería de hacértelas saber de otra manera?

—No he hecho nada en contra de las reglas...

—¿Estás seguro? — entornó la mirada.

—Sí, bueno, no lo sé— murmuré.

El Sr. B se acercó a paso rápido hacia a mí y me tomó con fuerza de la cintura, me acercó a él y sonrió de lado. 

—¿Con quien tuviste sexo?

—¿Qué?

—No me mientas.

—No tuve...

Gatito, ambos sabemos que has tenido sexo con otros tipos, ¿por qué lo hiciste? Estaba estipulado en el contrato que no podrías tener relaciones con otras personas durante una semana porque yo lo había ordenado.

—Yo...— tragué en seco dado que su aroma que es sumamente deliciosa me hace sentir en las nubes. Me cuesta demasiado trabajo concentrarme y estúpidamente, mi lengua se suelta a causa de que mi cerebro ha dejado de funcionar. —El creador me lo ha ordenado.

𝙶𝚊𝚝𝚒𝚝𝚘 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Where stories live. Discover now