𝙶𝚊𝚝𝚒𝚝𝚘 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

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—Joder, gatito, ¿has tenido eso toda la noche? — preguntó Bang sin perder los estribos. Giró el tapón anal color negro que se encuentra alojado en mi agujero rosado.

Grité al sentir el movimiento y apoyé la cabeza en el escritorio. —Quería estar más que preparado para recibirte.

Christopher gruñó y gentilmente quitó el tapón de mi agujero. Un momento después, el frío lubricante comenzó a bajar por la grieta de mi trasero; Bang masajeó el interior de mi agujero con paciencia.

—Vamos, gatito, siéntate en mi regazo— dijo tras ponerse el condón.

Subí al regazo de Christopher, coloqué ambas manos en sus hombros mientras levantaba mi cuerpo y fui bajando lentamente.

—Oh, sí, gatito, justo así— Bang gruñó mientras recorría todo el camino hacia abajo. Él tomó mis caderas y empezó a empujase al interior.

—Christopher— murmuré entre jadeos tras apoyar mi frente en su hombro —Yo necesito... necesito más. Por favor, amo.

Mis manos se comenzaron a hundir en los hombros de Bang, mientras movía frenéticamente mis caderas contra él; pequeños gemidos salían de mis hinchados labios mientras empujaba hacia abajo y me levantaba para volver a bajar nuevamente. Bang me sostuvo en sus brazos y me levantó; se inclinó hacia delante y me dejó recostado sobre el escritorio; empujó mis piernas a su pecho con la clara intención de profundizar sus estocadas.

Envolvió sus manos alrededor de mis muslos y comenzó a empujarse al interior de mi apretado agujero; mis músculos internos se aferraban a Bang, sosteniéndolo, ordeñando el miembro del pelirrubio. Cada empuje que me era brindado por el extranjero me hacía sentir un placer que nunca antes había estado presente en las sesiones de sexo con mis clientes.

—Por favor, amo— pedí mientras me aferraba a los musculosos brazos de Bang —Por favor, ¿puedo correrme, amo?

—Córrete para mí, gatito— gruñó. Levantó mis piernas un poco más y golpeó el dulce punto una y otra vez. Dejé caer mi cabeza hacia atrás y grité mientras mi liberación se hacía presente, chorros de semen banco perla salieron de mi pene y se esparcieron en mi pecho.

Bang tomó mis mulsos con más fuerza y esto provocó que una marca roja comenzara a aparecer; el pelirrubio llegó a su propia liberación y me sentí mucho más satisfecho. Mis piernas están temblando con intensidad a causa del orgasmo, Bang envolvió sus brazos a mi alrededor y se recargó en la silla, llevándome con él. Frotó sus manos arriba y debajo de mi espalda sudada mientras esperaba a que nuestras respiraciones se regularan.

Enterré mi rostro en el cuello de Bang y mis manos en su cabello mientras intentaba lograr que mi corazón recuperara el ritmo y lo mejor de todo es que el miembro de Christopher se niega a salir de mi interior y no puedo negar que me fascina. Nunca antes me había sentido así de cómodo con otro cliente.

—Christopher Bang, tienes prohibido hacer esta clase de cosas con otros, ¿entiendes?

El miembro de Bang se movió en mi interior, al parecer, le he dicho algo que realmente lo ha puesto feliz.

—No soy tan estúpido como para fijarme en otro cuando tengo a una preciosura en casa.

Sin pensarlo, le di un profundo ardiente y emotivo beso que hizo que el miembro de Bang volviera a punzar; el extranjero cerró sus ojos y comenzó a empujar mis caderas, logrando empujar más profundo su miembro en mi interior; agarró mi trasero para empujarlo hacia abajo mientras empujaba su pene hacia arriba, levantando las caderas.

Moví mis caderas arriba y abajo, continué montándolo y Bang solo podía jadear al sentir mis brinquitos constantes; cada simple movimiento enviaba ondas de shock a lo largo del sensible pene de Bang y a su cuerpo entero. El pelirrubio dirigió su mirada hacia mi miembro y sonrió de lado al ver el pre semen que se comenzaba a filtrar en la punta; tomó el eje y comenzó a bombearlo con fuerza y precisión.

—Córrete para mí, gatito— demandó.

Después de sentir la liberación de Bang, también me corrí y cubrí toda su mano con el líquido; colapsé contra él y me sostuvo cerca de su pecho mientras su otra mano continúa envolviendo mi pene esperando hasta la última gota que le estaba dando.

—Eres un buen chico— sonrió tras dejar en libertad mi miembro.

Christopher sacó unas toallitas del cajón y comenzó a limpiarme tras salir de mi cuerpo; después se limpió él y miró el tapón y lo limpió.

—¿Qué haces?

—¿Creíste que lo olvidaría? — enarcó una ceja —Planeo tener un poco más de ese dulce tesoro esta noche, por ello, necesito que uses esto.

Me giré y me coloqué sobre el escritorio, dándole a Bang el libre acceso de colocar el tapón tras abrir mis piernas, lo empujó y fue muy fácil su entrada dado que hace unos momentos ese agujero había tenido un increíble huésped.

—Deberás de usar esto un poco más a menudo, Minho. Haces que mi pene se ponga más duro al saber que estás listo para ser tomado por mí— dijo mientras se terminaba de vestir.

—Me parece buena idea— sonreí tras terminar de acomodarme la camisa y el pantalón.

—Minho, ¿te gustaría saber que posición me encantaría probar mientras estás usando ese lindo y pequeño tampón? — ronroneó en mi oído.

—Por supuesto.

Christopher me empujó sobre el escritorio y se aseguró de acomodarme en la posición perfecta para que mi trasero quedara lo suficiente expuesto; automáticamente, abrí mis piernas y esperé con ansias el siguiente movimiento de Bang.

El pelirrubio comenzó a frotar mis nalgas y no supe en que momento la mano de Bang cayó con fuerza en mis nalgas y cerré mis manos en un puño. Bang nalgueó una y otra vez, cada vez que su gran mano golpeaba mi trasero empujaba más profundamente el tapón y me hacía vibrar a causa del inmenso placer que recorre mi cuerpo.

—¿Te gusta esto, gatito? — preguntó tras acercarse a mi oído.

—Joder, me encanta, voy a correrme— grité mientras mis bolas se apretaban contra mi cuerpo.

—Oh, no, no lo harás— dijo en una firme voz.

—Christopher— rogué mientras trataba de detener el orgasmo.

"Esto me encanta, pero me está matando lentamente", pensé.

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[✐━] Capítulo publicado: febrero 27, 2021.

[✐━] Capítulo corregido: julio 28, 2022.