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Tomé asiento lo más alejado posible del bullicio de los estudiantes universitarios que no dejan de gritar estupideces sin sentido; el hecho de que yo haya entrado a un mundo totalmente diferente al que la mayoría de las personas están acostumbrados, me hace sentir de otro planeta puesto que tenemos distintos puntos de vista en muchos aspectos.

Estoy cien por ciento seguro de que si le pregunto a cualquier estudiante sobre lo que piensa acerca de la vida que llevo, se sentiría totalmente asqueado gracias a que todos fingen no tener contacto con personas como yo; todos son doble moral porque realmente desean tener a un acompañante chupándoles la polla, pero fingen estar convencidos de que eso es del diablo.

La gente suele ser doble cara. Muchas personas te señalan abiertamente mientras dicen barbaridades sobre ti cuando realmente quieren probar lo que llaman prohibido e inclusive, ya lo han probado y son adictos a ello, pero nunca lo gritaran a los cuatro vientos porque temen ser señalados como pervertidos.

—¿Te conté sobre mi último cliente? — Hyunjin tomó asiento frente a mí.

—No— respondí sin apartar la vista de la suya.

Hwang Hyunjin es un chico altamente atractivo y no puedo negar que su belleza es única en muchos aspectos; su carácter es dominante la mayor parte del tiempo, pero en algunas ocasiones debe bajar la cabeza y aceptar ordenes de sus clientes porque ya ha firmado un contrato.

Cuando inicié en este mundo, fue el primer chico con el que hablé y no me arrepiento en lo absoluto; suele ser extremadamente dramático, pero eso es sumamente agradable puesto que le da un sabor especial a su personalidad.

Poner los ojos en blanco podría considerarse como una profesión en la vida de Hyunjin dado que siempre lo hace y no existe ni siquiera un día en que haga algún acto de drama o no ponga los ojos en blanco.

Él también tiene demasiados clientes dado que sus pasos, movimientos, voz, rostro, cuerpo... todo en él es extremadamente elegante y sensual. No existe nada en Hyunjin que te deje con un mal sabor de boca puesto que se encarga de hacerte caer directamente en sus redes con un simple guiño. Y no dejemos de lado la única y perversa sonrisa que tiene, ese es uno de los ingredientes principales para volverte loco.

Hyunjin suspiró dramáticamente tras hacerse el cabello hacia atrás con la diestra. Miró alrededor y tras comprobar que nadie nos está prestando atención, dijo—: ¡Me pidió matrimonio! — soltó una estruendosa carcajada totalmente falsa. —¿Puedes creerlo? ¡El muy imbécil creyó que me había enamorado de él!

—Hwang, finges extremadamente bien... no culpo al hombre por haber creído tremenda tontería— admití.

—Minho, estoy enamorado de su dinero. No de él— nuevamente, rodó los ojos —¡Hay un mundo de diferencia!

—Lo sé, compartimos el mismo mundo— le recordé —Sin embargo, es sumamente difícil lograr que un cliente se enamore por completo dado que tiene bien claro las reglas que le son dadas por nuestro creador.

Le debemos llamar creador a nuestro jefe dado que gracias a él, hemos logrado llegar hasta donde estamos. No se nos permite otorgar información sobre nuestro jefe y eso no lo dejaron muy en claro cuando nos dieron a firmar un contrato de privacidad y exclusividad; todos los movimientos del creador son sumamente cuidadosos y precisos. No existe lugar para un error.

Por otro lado, no puedo culpar al cliente de haber caído totalmente rendido ante los pies del rubio dado que es único en su especie; es sumamente difícil encontrar a un chico como él. Una vez que te encuentres con Hwang, no habrá vuelta atrás para tener otra definición de hermosura que no sea él.

—Aunque, me ha ido muy bien— habló con orgullo. —Es más que claro que estoy más bueno que otros. Sin ofender, claro.

Sonreí de lado. —¡Podría oler tu humildad hasta el otro lado del mundo! — bromeé.

—Sé muy bien el alto nivel de humildad que tengo... mira esto.

Hwang me mostró su cartera y abrí la boca como pez al encontrarme con el fajo de dólares que se encuentran bajo su posesión.

—Me lo ha dado el estúpido— se rio. —Ah. Amo mi trabajo.

—¡Maldito hijo de perra... eres un suertudo!

Hwang me sonrió abiertamente. —Algún día llegará tu pez gordo, querido amigo.

Sinceramente, era lo que menos deseaba dado que no soportaría estar con una sola persona; no me gustan los compromisos y eso lo tengo más que claro. Me gusta coquetear y tener un buen polvo con uno de esos bastardos adinerados. Nada más que eso.

—No, gracias.

—Algún día serás viejo y entonces no vas a servir para este trabajo y deberás encontrar alguien que continúe dándote los lujos que mereces.

—Tendré que ahorrar lo suficiente para cuando ese día llegue. No deseo ser mantenido por otra persona, soy independiente y no dejaré de serlo nunca.

—Lo entiendo por completo, pero queramos o no, algún día encontraremos a nuestro amor soñado— soltó con burla mientras se limpiaba una lagrima falsa con uno de los billetes de cien dólares.

—Paso.

—Lo encontrarás— sentenció con seguridad.

Estoy muy seguro de que nunca me enredaré en cuestiones sentimentales con algún hombre o mujer porque no está dentro de mis planes. No pienso tirar todo por la borda puesto que me ha costado demasiado llegar hasta donde me encuentro; mi vida cambiaría por completo si una persona común se convirtiera en algo importante para mí. No quiero depender de nadie y tampoco quiero que alguien dependa de mí.

—¿Hoy tienes algo que hacer?

—¿Además de trabajar? — Hyunjin asintió. —No.

—Entonces, ¿deberíamos de ir a divertirnos un poco? — preguntó con tono seductor.

—¿Por qué no?

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En algunas ocasiones, los clientes no son del todo atractivos, pero no tengo derecho de objeción. Debo soportar cada una de las acciones, palabras y órdenes que me son brindadas por mis clientes —mientras se encuentren estipuladas en el contrato que han firmado—. Si en determinado momento, el cliente pierde el control y me hace daño, deberá de pagarme una indemnización millonaria al igual que al centro nocturno.

Somos tratados como objetos de alto valor que son difíciles de conseguir ya que contamos con habilidades únicas y con una calidad de envidia en cada uno de nuestros trabajos. No existe otro centro nocturno que tenga a chicos y chicas como en Artificial Love.

Me bajé del auto y tras acomodarme los lentes de montura redonda, caminé a paso seguro hacia el interior del lujoso hotel que se encuentra en una de las avenidas más conocidas de la ciudad dado que suelen hospedarse aquí personas de renombre.

Mi atuendo es prácticamente el de un adolescente que está cursando segundo año de secundaria y esto, genera miradas extrañas de los presentes dado que es muy confuso el hecho de que un supuesto chiquillo se encuentre solo en un lugar como este.

Esperé con paciencia a que las puertas de elevador se abrieran, entré y tras oprimir el botón con el número veinticinco, esperé con paciencia. Las puertas volvieron a abrirse y caminé por el largo pasillo hasta la última habitación en donde está esperando por mi uno de los clientes más adinerados del centro nocturno.

Me posé frente a la puerta y fue abierta con rapidez, el hombre me tomó del brazo y me atrajo hacia él; inhaló el aroma de mi perfume tras colocar su nariz sobre mi cuello y sonrió abiertamente. Dio un paso hacia atrás y dijo—: No puedo dejar de pensar que eres perfecto, Know.














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[✐━] Capítulo publicado: diciembre 13, 2020.

[✐━] Capítulo corregido: julio 12, 2022.

𝙶𝚊𝚝𝚒𝚝𝚘 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora