Capítulo 12

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Era increíble como las expectativas siempre terminaban arruinando sus días. Cada vez que esperaba algo con ansías, aquello se veía arruinado por algún contratiempo o por la falta de alguna explicación existente. Era casi como algún tipo de maldición.

—¿Ordenará algo? —preguntaron con una cordialidad bastante fingida.

Llevaba bastante tiempo esperando, era de suponer que en algún momento su presencia causaría incomodidad.

Ni siquiera quería pedir algo de beber, lo único que quería era que Seungwan apareciera por la puerta, para dejar de sentirse como una estúpida.

Optó por retirarse del lugar.

Marcó algunas veces el número de la rubia, sin embargo, ninguna de las llamadas siquiera entró.

Sooyoung pensaba que estaba siendo precipitada en suponer que la habían dejado plantada.

«Y si quizá le sucedió algo», pensó sintiéndose preocupada.

Muy probablemente se iba a arrepentir de lo que estaba a punto de hacer.

—¿Qué pasa? —Una voz somnolienta respondió al otro lado de la línea.

—Soy Joy, no me digas que aún duermes —dijo, viendo su reloj de pulsera que marcaba las 4 de la tarde.

—Es sábado, ¿te importa? —respondió de muy mala manera. Sooyoung pensó que le quedaba bien el apodo de oso.

—¿Sabes algo de Wendy unnie? —preguntó, tratando de sonar casual.

No quería que la bailarina se burlara de ella, ya que últimamente por su reciente amistad —o algo así—, con Seungwan, Seulgi se había unido al 'Equipo de Yerim', para molestarla por cualquier mínimo acercamiento que tuviese con la mayor.

—¿No debería estar contigo? —preguntó mientras emitía un bostezo en todo el auricular. Sooyoung hizo un gesto de desagrado.

—¿Tú por qué sabes eso? —Del otro lado de la línea escuchó un sonido de burla que la irritó bastante.

—Es mi mejor amiga, ¿qué esperas?

—Bien, me queda claro que no sabes de ella. Adiós.

Cortó, sin esperar a que dijera alguna otra palabra y en un movimiento rápido bloqueo su número temporalmente, debido a que ya la había llamado de vuelta.

«Le encanta molestar, al igual que Yerim».

Sooyoung dirigió sus pasos por la avenida principal de aquel barrio comercial. Decidió simplemente dar un pequeño paseo hasta la estación de metro más cercana.

Hacía tiempo que no se dedicaba a caminar y observar un poco a su alrededor.

Respiró hondo. Todo el asunto de Seungwan, dejándola en la cafetería por más de cuarenta minutos, estuvo a punto de hacerle tener un ataque de ira.

La noche pasada había tenido una conversación consigo misma. Una bastante seria acerca de Seungwan.

¿Qué era lo que pretendía con aquella mujer? Siendo sincera, lo único que tenía claro era que había descubierto que no solamente le atraía su físico, sino que comenzaba a gustarle de una forma un poco más... romántica.

Realmente le daba un poco de vergüenza el pretender a una mujer como Seungwan. Ella debía resolver sus conflictos internos, antes de si quiera pensar en tratar de conquistarla.

Estaba trabajando duro en sí misma, para no seguir siendo impulsiva y estúpida, para evitar engatusar a Seungwan y llevársela a la cama; para después desecharla como había hecho con las demás personas con las que se había involucrado en su vida.

Si quieres abrazarme solo dilo. [Wenjoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora