Capítulo 15

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—Te lo volveré a preguntar, ¿ya conseguiste un mejor contrato, Sooyoung? —inquirió nuevamente con un enfado contenido.

Sooyoung se tomó unos momentos para volver a pensar en su respuesta.

—¿No sabes que decir o me vas a mentir, Sooyoung? —preguntó. Las ganas de desquitar su enojo con ella eran tan evidentes.

No entendía porque se molestaba en llamarla. El discurso no cambiaba... o sí, lo hacía, pero el motivo principal siempre era el dinero. Siempre había una excusa para medir su valía en unos cuantos billetes.

—Estoy... Estoy en conversaciones con la compañía. Sobre todo después de mi graduación y...

—¿Después de tu graduación? ¿Me estás hablando en serio? —interrumpió. Sooyoung únicamente emitió un sonido de afirmación — Hay muchas actrices que comienzan su carrera antes de terminar la universidad. Deja de estar jugando y haz valer toda la educación que te he dado.

Sooyoung no dijo nada, solo se mordió el labio para no estallar como siempre lo hacía. La última vez había terminado con unas cuantas tarjetas de crédito bloqueadas. Si no iba a obtener afecto, al menos podía obtener beneficios. Su economía iba a agradecerle que mantuviera sus emociones en el límite de lo que se le permitía.

—Ya hablaremos, tengo trabajo. Dale mis saludos a la familia Kim —dijo cambiando el tono con el que le hablaba. Ahora sonaba tan casual que le daba escalofríos, como si hace algunos segundos atrás no la hubiese tratado como a una inútil —. Te llamaré más tarde.

Sooyoung soltó una risa, claramente no alegre. Sabía que eso no sucedería y la conversación se alargaría durante algunos meses.

Se permitió decir unas cuantas maldiciones; la llamada había sido cortada hace segundos atrás.


¿Cómo era posible que Seungwan estuviese durmiendo sentada, en el frio suelo frente a ella? Sí, se había sorprendido al despertar de ese amargo sueño, que se asemejaba más a un recuerdo, pero el tener sobre ella un abrigo con el olor dulce de la rubia, y a aquella mujer en el mismo espacio, la había dejado desconcertada.

Después de unos largos minutos contemplándola, Sooyoung decidió despertar a Seungwan. Tomando en cuenta que ella tenía el abrigo y la mujer solamente vestía la blusa de seda complementaria al traje de príncipe.

Su salud corría peligro. El viento frío de la estación no perdonaba a nadie, y lo que menos quería era que la protagonista estuviese estornudando en medio del escenario.

Se arrodilló en medio de ella, moviendo un poco el hombro derecho de su compañera. Seungwan no se despertaba. Incluso cuando Sooyoung la sacudió un poco más fuerte.

La chica dormía tan plácidamente, con una postura tan despreocupada: piernas abiertas, brazos abiertos y la cabeza cayendo por su propio hombro.

Sooyoung le dio unas palmaditas en la mejilla. Seungwan emitió un gruñido de molestia que a la pelinegra se le hizo lindo.

«No empieces a caer por ella, Sooyoung...», pensó la pelinegra.

Había visto a Seungwan dormitar plácidamente, antes. Sobre todo en la cafetería, en esos pequeños lapsus de tiempo, entre los descansos y las clases. Probablemente si hacía lo que siempre hacía Seulgi en estos casos, podría despertar a la rubia.

—Perdón, unnie — murmuró, antes de hacer golpear sonoramente sus dedos en medio de la frente de Seungwan.

Se escuchó una maldición por parte de la mujer. Se tomó la frente dramáticamente, para después mirar inmediatamente con ojos asesinos a quien tuviese delante.

Si quieres abrazarme solo dilo. [Wenjoy]Where stories live. Discover now