Capítulo 26

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Ella no era la única estudiante bajita en la maldita academia, ¿por qué entonces...?

La carita sonriente de aquel personaje viajó a través de sus pensamientos.

«Son Seungwan como Olaf».

—¡Ah! ¡Dios mío, qué adorable!

El grito a su lado hizo que inmediatamente se cubriera las orejas. Le dio una mirada de molestia, y Son Seungwan solo recibió una sonrisa alargada de Kim Yerim.

—La primera vez que nos vimos te burlaste de mi altura —mencionó con la mirada fija en el tablón de anuncios.

—Como príncipe... ¡claramente fue ridículo! —exclamó Yerim, recordando con enojo como había tenido que confeccionar ese maldito traje casi desde cero —. Pero como Olaf simplemente...

Yerim se llevó las manos al rostro, emocionada, mientras volvía a emitir un gritito.

—Necesitaré muchas fotos contigo, unnie.

Seungwan solo asintió, resignada.

Seungwan pensó repentinamente en su situación académica: tenía varías tareas atrasadas, y las ayudantías eran agobiantes... ¡Sus estudiantes era unos vagos!

Se llevó las manos al cabello, alborotándolo un poco, ¿en qué momento iba a terminar todos sus pendientes?

—Parece que soy Blancanieves.

Seungwan se congeló, y en una actitud casi robótica se volteó encontrándose con la sonrisa de Sooyoung. La pelinegra le dio un pequeño asentamiento de cabeza como saludo, que Seungwan correspondió para luego dejar su compañía.

Seungwan pensaba que había sido discreta, pero las otras dos muchachas vieron a una pelirrubia que casi salió corriendo.

—No la atormentes —dijo Yerim, mirando seriamente a Sooyoung.

—No lo hago —dijo la joven, rodando sus ojos y volviendo a ver el tablón de anuncios —. Seulgi es el enanito gruñón —dijo, mientras pasaba sus ojos por los nombres y personajes que algunos estudiantes debían interpretar en las actividades de invierno.

Yerim tuvo una reacción similar a la que tuvo con Seungwan. Se emocionó bastante pensando en que aquel día tendría que traer una de sus mejores cámaras.

—La persona que hizo la selección tiene buen ojo —dijo Sooyoung con algo de burla, ganándose una arqueo de ceja de Yerim.

—Fue Irene unnie —dijo provocando que Sooyoung quedara pasmada un segundo.

«Esa mujer.... ¿por qué diablos sigue aquí?».

Dejó de pensar en lo que consideraba una tontería. Ya era suficiente con sentir celos al verla cariñosamente con Seungwan por el campus...Seungwan no la olvidaría tan rápido, o eso pensaba Sooyoung con las esperanzas completamente al límite.

Estaba a unas cuantas semanas del altar, aunque ni siquiera tenía conciencia de sí era un mes o un poco más. Parecía que el tiempo pasaba demasiado rápido y eso la asustaba.

Le quedaba muy poco para tomar decisiones que podrían costarle caro, o tomar decisiones que la dejarían por un tiempo viviendo en una profunda soledad.

Los dos extremos eran inciertos, y simplemente difíciles de considerar en aquel momento.

Necesitaba una claridad mental que en esos momentos no podía conseguir, pues Son Seungwan no dejaba de aparecer ante su presencia, en la academia, y en sus pensamientos cuando se encontraban fuera de ese lugar.

Si quieres abrazarme solo dilo. [Wenjoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora