Capítulo 9

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Sabía que una sesión terapéutica no iba a solucionar absolutamente nada. No iba a solucionar esa inseguridad que la venía persiguiendo desde que tenía memoria, ni iba a arreglar aquella autoestima que se balanceaba constantemente entre lo negativo y lo positivo.

Le había hecho una promesa a Yerim y podía jurar que jamás había roto un juramento hecho a su mejor amiga.

Gracias por todo Sooyoung, puedes venir en dos semanas dijo la terapeuta amablemente, mientras le pasaba un extra de pañuelos para que se secara las mejillas.

Había llorado tanto.

Se sentía más ligera y aquello era tan bueno, porque esa tarde tendría una salida con Seungwan.

Ni ella ni nadie se merecían esa mala actitud suya.

Quizá estoy exagerando. Miró el conjunto de última moda que había conseguido en una de sus sesiones de trabajo.

«Solo es una salida, una simple salida, ¿no?», pensaba contrariada Sooyoung.

Lo más probable es que Seungwan quería tratar el tema de la obra.

¿Y qué más podría ser?  murmuró enojada para sí misma, mientras se aplicaba un poco de maquillaje.

Sentía un poco de vergüenza con esa chica. La rubia nunca la había tratado mal, ni había sido descortés con ella.

A pesar de la creencia popular que había en la academia, de que ambas eran «rivales», lo cierto era que simplemente existían dentro de un mismo lugar y lamentablemente, los logros de ambas parecían una competencia para algunos.

Las percepciones distorsionadas de las personas que las rodeaban creaban malos entendidos.

«Solo puedes hacerte cargo de lo que sientes y haces por tu cuenta Sooyoung. No eres responsable de lo que digan o hagan otros», le había dicho su terapeuta, al notar que la muchacha tomaba ciertas situaciones demasiado a pecho.

Sabía que una sesión terapéutica no iba a cambiar absolutamente nada, pero la de esa mañana, sumado al apoyo de Yerim, habían hecho que comprendiera, y reafirmara, lo mucho que quería un cambio en su vida.

Tenía que ser menos impulsiva y tratar de comprenderse a sí misma en primer lugar.


Y de vuelta al presente, Sooyoung repasaba una y otra vez aquello de ser menos impulsiva.

Claramente aquella tarde la había jodido.

Los labios de Seungwan le habían gustado mucho. No lo iba a negar. Ese «practicar escenas por adelantado», le había dado la excusa perfecta para dar rienda suelta a esa curiosidad que la venía persiguiendo hace tiempo.

—¿Al menos le preguntaste si te quería besar, no? —Yerim la miraba seriamente.

—¿Al menos tuviste la decencia de no sacar fotografías, verdad? —Su amiga se había sobresaltado un poco —. Ni siquiera se dignaron a ocultarse bien.

Después del beso, que no duró mucho o por lo menos no tanto como hubiese querido; Sooyoung había tomado sus cosas y con un simple «adiós» hacia Seungwan, se subió a un taxi.

Desde adentro del transporte pudo ver como Yerim y Seulgi hacían acto de presencia de entre medio de unos arbustos.

—No tenían que espiarnos, las hubiéramos invitado —dijo la pelinegra con evidente sarcasmo.

Si quieres abrazarme solo dilo. [Wenjoy]Where stories live. Discover now