veintiséis.

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2 de mayo, 2022.

Estiro su brazo buscando el cuerpo de Mark entre las sabanas, pero ya no estaba ahí. Abrió los ojos y la oscuridad le recibió, miro la hora en su teléfono y eran pasada las seis de la mañana, su cuerpo pesaba por culpa del alcohol que bebió por la noche junto con Taeyong.

Cuando vuelve a cerrar sus ojos su pecho se aprieta y la necesidad de llorar para sentirse aliviado llega como golpe cuando recuerda el sueño que ha tenido con Mark y que precisamente él le ha dejado hace dos años atrás.

Al despertar de nuevo siente el sonido de los sartenes en su cocina, la radio encendida y la voz de Taeyong cantando despacio. Deja caer una campera por su pecho desnudo y unos pantalones cortos por sus largas piernas, esconde su cabello en el gorro de la campera y se dirige a la cocina con el estómago rugiendo por comida.

Su amigo está con una polera suya cubriendo su desnudez mientras se mueve con agilidad en su pequeña cocina. Su mente comienza a compararlo con Mark, pero ignora rápidamente el pensamiento y abraza al delgado rubio por la espalda para besarle el cuello. La risa de Taeyong llena el departamento y se saludan entre pequeños besos.

Diablos, sabe que esto está mal, rozando lo inaceptable, pero Taeyong le ha ayudado demasiado en llenar aquel vació que siente cada día en su vida y volviéndolo a hacer una persona cuerda. Ambos tienen bastante claros los límites de su relación, simplemente son amigos que tienen sexo y listo, sin sentimientos y situaciones más complejas que ninguno de los dos quería vivir.

– Anoche te escuche llorar.

Bebió de su café ignorando la voz preocupada de su amigo, sentía su mirada tratando de entrar a su cerebro y sacarle la respuesta, que claramente ya sabe.

– Johnny. – Su mano le toma por la muñeca y le tira para que le miré. – Que ocurre.

– Ya lo sabes.

Se levanta de la silla y se esconde en el baño, dejando la conversación hasta ahí.

Ha cambiado bastante, en un punto de su vida volvióa ser el mismo, lleno de risas y bromas por todos lados. Quizás fue el cambiode empresa y la gente nueva a su alrededor, o puede que han sido los meses deestar junto con Taeyong que le hicieron sentir algún tipo de alivió. Estámejor, lo sabe, pero sigue habiendo días donde recuerda a Mark y su sonrisaescandalosa y ojitos brillosos que le hacen temblar de amor y también sabe queesos días nunca dejaran de existir. 

Con John | ʲᵒʰⁿᵐᵃʳᵏWhere stories live. Discover now