cuatro

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Acostado en la pequeña cama de la habitación con las extremidades estiradas, podía escuchar el agua golpear las baldosas de la ducha del vecino del piso de arriba y quería arrancarse los oídos del sonido tan perturbador. Tenía repartido por toda la cama sus cuadernos, hace una hora que estaba tratando de estudiar pero todo sonido lo estaba desconcentrado.

– Mark, focus.–- Se habló a sí mismo, masajeando las cien con los dedos índices de sus manos.

Con el lápiz que tenía entre los dedos, golpeó las hojas de su cuaderno mirando el techo buscando alguna inspiración divina mientras escuchaba como cantaba su vecino con tanto ímpetu.

Se levantó de la cama con fuerza, haciendo rebotar todas las cosas que estaban sobre ella. Corrió hacia la cocina y colocó el hervidor para calentar agua, encendió la radio y comenzó a bailar un poco por los alrededores del departamento. Estaba estresado. Tenía las pruebas frente a sus narices y lo único que hacía era estar leyendo una y otra vez, preguntando algunas cosas, haciendo ejercicios como endemoniado y aquel té que se estaba a punto de hacer, lo necesitaba tanto.

La música de a poco fue aumentando, los brazos de Mark comenzaron a subir y su voz se escuchaba entre las paredes cantar las canciones que por los parlantes salían. Se sentía en una nube bailando, feliz, completo, sin ninguna preocupación.

Y cuando unas manos gruesas le tomaron de su delgada cintura le sorprendió. Estaba tan en su mundo que no escucho a John llegar al departamento, ni cuando comenzó a llamarle más alto que la música. Mark estaba envuelto con el ritmo, se había dejado llevar con las ondas.

– ¡Hyung! – La sonrisa de Mark podría iluminar una galaxia entera si se lo propusiera. Ver esa sonrisa provocó que a John le temblarán las piernas y le apretara más la cintura con los dedos, lo acercó más a su cuerpo y le besó con fuerza en los labios. – Hyung.

Un Mark sonrojado no era lo mejor que John podía pedir cuando estaba tratando de controlar sus hormonas después de aquella hermosa sonrisa que le había regalado. ¿Desde cuándo que no sonreía con tanta sinceridad? Dios, meses.

– ¿Estamos teniendo una fiesta aquí, Markie? – John le levantó del suelo y le dio vueltas por el aire, provocando que la estruendosa risa del menor llenará su corazón.

– ¡Sí! - Chillo el menor, todavía en el aire. – ¡Bailemos, John! – Elevó sus brazos para dejarlos caer suavemente en el cuello del mayor y atraerlo a su rostro para besarlo suavemente, a su ritmo, a su gusto.

Terminaron bailando descalzos por todos los alrededores del departamento, John en su camisa del trabajo fuera del pantalón y Mark en sus pantalones deportivos. Cantando mirándose a los ojos y dando vueltas en sus propios ejes cuando ellos querían, besándose en los momentos oportunos de las canciones y terminar riéndose cuando se daban cuenta que llevaban más de dos canciones besándose sin cesar.

Mark no estudio esa tarde, John no llegó a hacer su papeleo. Pero si bailaron y bebieron de un té, porque,

Con John siempre Mark sonreiera


🧸


Este capitulo me gusta mucho porque me encanto escribir a Mark tan feliz con cosas tan sencillas y cotidianas uw

Perdón por demorarme en subir capitulo nuevo :(

Con John | ʲᵒʰⁿᵐᵃʳᵏWhere stories live. Discover now