ventisiete.

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2 de agosto, 2022.

Apoyado en la reja de la terraza puede ver las estrellas brillan con poca intensidad, el cielo tiene un par de nubes y la música del departamento le hace querer vomitar.

Se supone que debería estar celebrando su cumpleaños número veinticuatr, pero prefiere el viento fresco de la noche en su rostro que estar bebiendo con sus amigos, y ellos lo saben por eso no le juzgan, ya estuvo dos horas soportándolos.

Unas manos se meten en su polera tocando su estómago, provocándole cosquillas. Toma las manos frías y atrae el cuerpo para tener el pecho de Donghyuck en su espalda y su mentón apoyado en su hombro.

– No te veo muy contento. – Le acarició el cuello con su nariz y deposito en beso en su mejilla. – ¿Qué sucede amor?

Su cuerpo reacciona al apodo y se estremece por completo. Todavía no está acostumbrado a los apodos que le da Donghyuck, en realidad, no se ha acostumbrado al exceso de amor que suele darle su pareja.

– No ocurre nada. – Entrelaza sus manos con el otro y las deja reposando en su estómago mientras él se recuesta mejor en el cuerpo del moreno.

Se volvieron a reencontrar hace unos siete meses atrás, Donghyuck había entrado por la puerta de la clínica donde estaba haciendo su segunda practica y fue inevitable que ambos comenzaran de nuevo la amistad que habían dejado años atrás. Y no fue hace dos meses donde el moreno beso a Mark mientras estaban jugando Mario Kart y toda su relación comenzó desde ahí. Para todos los cercanos de Mark fue una completa sorpresa, no sabían absolutamente nada sobre si el pelinegro sentía algo o no por Donghyuck, sobre todo porque aún seguía llorando por John cuando bebía demasiado.

– Podríamos ir al río Han mañana para celebrar los dos.

Su corazón se apretó cuando el rostro de John se le vino a la mente y una situación muy parecida hace muchos años atrás ocurrió con él. Se giró sobre sus talones y quedo de frente a Donghyuck, le tomo de la cintura para sentir los brazos de su pareja rodeándole el cuello y atraerlo a un beso.

Debía dar un paso al costado y seguir con su vida, había tomado la decisión hace tiempo, y eso significaba olvidarse de una vez por todas de John.

– Me parece una fantástica idea, Dong. – Le dejo un pequeño beso en sus labios y le sonrío.  

Con John | ʲᵒʰⁿᵐᵃʳᵏWhere stories live. Discover now