once; parte uno

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Estaba caminando por la playa descalzo, sus zapatillas estaban en una de sus manos y la otra se movía suavemente con el ritmo de la música que sale de los audífonos. Era fines de julio y con sus padres habían decidido escapar a la playa un par de días antes que Mark y Jisung entrarán de nuevo a clases.

Se recostó en la arena y se relajó junto con el sonido de las olas, estaba disfrutando un poco su soledad antes que su madre lo llamara para devolverse a la cabaña que habían arrendado. Últimamente ha estado mucho mejor la relación con sus padres, le sorprende que con su padre no hayan tenido alguna discusión estos días que tuvieron que verse todo el día. Esto debe ser bueno, ¿no? Piensa Mark, quizás puedan arreglar su relación y su padre por fin aceptara su sexualidad y dejaría de torturarle todo el día. Sí, debe ser una buena señal.

Unas risas escandalosas le hicieron sentarse y ver de donde provenían para encontrarse con tres jóvenes persiguiéndose entre sí mismos, sus risas se escuchaban tan puras y relajadas que Mark los envidio mucho.

Sin darse cuenta, los había quedado mirando bastante tiempo, sobre todo a un chico de cabello castaño que le caía por los costados y tenía que peinarse hacia atrás de vez en cuando para que no le molestara en los ojos. Su corazón había revoloteando cuando sus miradas se cruzaron y el extraño le había sonreído. Por la vergüenza, comenzó a jugar con su celular y a escuchar música, ¿se notara el rubor en sus mejillas?

– Hey chico. – Uno de los tres jóvenes se le acercó asustando mucho a Mark, ¿me dirán algo porque les quede mirando? – Vamos a jugar volleyball y necesitamos a un cuarto, ¿te unes?

– Oh... Uhm. – Con sus torpes manos jugó con el cable de sus audífonos y miró al chico frente a él, con cabello rubio y mandíbula afilada. – ¿Sí?

– ¡Gracias! – Chilló tendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse de la arena. – ¡Ya somos cuatro, idiotas!

Se asustó aún más cuando los otros dos que estaban mirando la escena se acercaron chillando hacia ellos gritando felices con la pelota de volleyball en sus manos.

– Por cierto, soy Taeyong. – Le sonrió con sus dientes perfectos. – Ellos son Yuta y Johnny. – A punto al chico de cabello rojo y luego al castaño que le había sonreído anteriormente. Podría desmayarse ahí mismo con la sonrisa de aquel tipo.

– Uhm. – Tironeo de su cabello un poco y perdió la mirada en los pies descalzos de los otros. – Soy Mark.

Johnny le volvió a sonreír cuando juntaron miradas y su corazón no dejaba de revolotear.

El Sol ya se había ocultado hace bastante y ya no quedaba nadie más de gente en la playa, solo ellos cuatros que seguían jugando. Lamentablemente no le tocó jugar con aquel tipo Johnny, pero disfruto mucho cuando el equipo del contrario ganó y podía ver su rostro iluminarse de felicidad, ¿él podrá sonreír alguna vez así? Se pregunta Mark, porque hace bastante tiempo que sentía que el mundo se le estaba viniendo encima y no sabía cómo quitarse aquel peso.

Cuando vio a Jisung corriendo hacia él, gritando su nombre, y la figura lejana de su madre supo que estaba en problemas cuando llegara a la cabaña. Sobre todo cuando su padre se entere que había estado con tres hombres, notablemente más grande que Mark, en la playa hasta tarde.

– ¡Hyung! – Su hermano menor venía corriendo hacia él con una sonrisa en el rostro, con los brazos en el aire. Mark se despidió rápidamente de los tres mayores para tomar sus cosas y correr al encuentro con su hermano, y cuando estuvieron más cerca Jisung se lanzó en su brazos para que Mark lo tomara en brazos.

– Jisung ya pesas. – Regaño al chico de trece años que se esmeraba en colgarse del cuello de su hermano.

– Lindo. – Mark se congeló en su posición cuando Johnny habló pasando a su lado. Sus mejillas rápidamente se incendiaron y sus ojos buscaron al mayor quien le sonreía mientras seguía su camino.

– Hyuuuuuung, vamooooooooos. – Jisung se había soltado de su hermano cuando se dio cuenta que algo le pasaba y lo comenzó a jalar del brazo para que caminara. – Mamá nos está esperando para cenar.

– Sí, sí. – Mark solo podía mirar a la gran espalda del castaño alejarse, ¿lo volvería a ver de nuevo?

– ¿Quienes eran ellos? – No sabe de donde apareció su padre, pero el brusco agarré de su gruesa mano en su muñeca le mató de miedo. ¿Dónde había quedado la señal divina que todo iba a estar bien? – Responde. – El agarre se hizo más apretado y Mark quería gritarle para que le soltase, no quería tener marcas de nuevo.

– Me pidieron que jugara con ellos un rato, padre, no es lo que piensa.

– ¡Mentiras! – Le estaba arrastrando hacia la cabaña, y su madre llevaba a Jisung más adelante para que no viera la escena. – ¡No dejaré que vuelvas a salir solo de nuevo!

– Pero...

– ¡Nada!



🦁


Holi uvu

Desde el último capítulo, he estado ordenando mis cosas y despidiéndose de mis amiges porque me cambio de ciudad, y recién ahora me acordé que tenía que actualizar hace mil días atrás :(

Subiré las otras dos partes que de este capítulo y trataré de subir lo más luego el próximo capitulo 🤧

También quiero agradecerles por todo el cariño que le han dado a mi historia, nunca pensé que alguien en si iba a darse el tiempo de leer esta historia 🥺 💕

pd. me avisan si hay faltas de ortografía o gramática, revise este capítulo solo por encima.

 me avisan si hay faltas de ortografía o gramática, revise este capítulo solo por encima

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Con John | ʲᵒʰⁿᵐᵃʳᵏWhere stories live. Discover now