once; parte tres

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John Hyung

¿John hyung?
16:07

Quién es
???
16:11

Espera, ¿eres Mark?
Dime qué eres Mark
16:17

Sipppp 🦁
16:18

Pensé que no me hablarías 😔
H

an pasado dos semanas ya 
16:19

Perdón por no hablarte antes,
me habían castigado 😣
16:19

¡No te preocupes!
16:21

Oh
está bien
😳
16:21

Entonces?
16:22

Pensaba que podríamos vernos
Solo si hyung tiene tiempos ahora !!!
16:25

Salgo en una hora de clases 😧
tú ya saliste Mark?
16:30

Si, salí hace media hora ya 😴
16:31

Hmm
Podría salir antes de clases ☺️
y podemos pasar a comer algo, te parece?
16:32

está bien hyung 🦁
16:32

Después de un mes lleno de salidas, donde John la mayoría del tiempo iba a buscar a Mark cuando salía de clases para ir a comer y luego separarse por las clases del mayor, o Mark estudiaba en la facultad de economía esperando a John para pasear por las tardes con manos tímidas rozándose de vez en cuando, se hicieron bastante cercanos.

Mark sabía que esta relación extraña con John no era como la que tenía con su amigo Jaemin. Con su compañero de banco no se miraban y alguno se sonrojaba, Mark pasaba gritándole la mayoría del tiempo cuando Jaemin se acercaba mucho a su espacio personal, en cambio con John su cuerpo pedía a gritos que le volviera a besar la mejilla o que le tomara de la muñeca cuando caminaban entre mucha multitud. También, cada vez que veía a Jaemin no sentía que se le iba a escapar el corazón por la garganta, no le temblaban las piernas esperando que llegara para caminar juntos a casa. Mark sabía que con John todo era diferente, porque él mismo quería que John rompiera todas las barreras de amigos que en un momento había entre ellos dos.

Era un día jueves, John le había ido a buscar después de clases y el menor había salido corriendo con el cabello mojado del camarín del gimnasio. El castaño creyó que se iba a desmayar cuando le vio correr en su dirección con una sonrisa en el rostro, más aún cuando se detuvo frente a él mirándolo fijamente con su sonrisa.

– ¡Adios Marku! – Gritaron, el nombrado se giró para la mala suerte de John.

– ¡Nos vemos, Nana! – Se despide con una mano y volvió a tener toda su atención en el mayor – Hola, John hyung.

– Mark. – Paso una de sus manos por el cabello del contrario para poder peinar el cabello que se le había desordenado con la corrida. Las mejillas del menor se sonrojaron y el corazón de John se contrajo de pura felicidad y amor de ver a ese adorable ser humano frente a sus ojos.

La tarde pasó muy rápido para el mal gusto de los dos, por los exámenes que se le aproximaban a John no se podrían ver en casi dos semanas y habían aprovechado esa semana para verse todos los días.

Iban caminando cerca del río Han cuando John decidió tomarle de la mano y entrelazar sus dedos. Mark había dejado de caminar por la sorpresa, sus mejillas eran como dos pequeñas cerezas y su vista iba desde sus manos tomadas hacia los ojos del mayor constantemente, sin saber que hacer o decir. John le sonrío y tironeó de su brazo para que siguieran caminando.

– Quería hablar algo contigo, león. – Mark se volvió a sonrojar ante el apodo, busco la mirada del mayor pero esta estaba perdida en el camino frente a ellos. – Sé que soy bastante más grande que tú, y que quizás puedas creer que de alguna forma me quiero aprovechar de ti. – El pelinegro iba a abrir la boca para protestar pero John, sin mirarlo todavía, le negó. – La verdad es que nunca pensé que me hablarías, que podríamos llegar a hacer cercanos y poder estar así. – Junto la mirada con el menor que le miraba nervioso y meneo sus manos entrelazadas. – Mark, me gustas.

Podía sentir como sus oídos habían explotado, sentía un cosquilleo en ellos que no le dejaban pensar con claridad. Los dedos de sus manos se le habían adormecido, y su espalda se llenaba de ondas nerviosas que le llegaban hasta la nuca. Sentía su cara arder y quería esconderse en algún lugar para que John no le viera en ese estado tan débil.

Se quedó quieto en su lugar, en medio de del caminito apretando la mano de John para traerlo más cerca de él y sin saber cómo responderle simplemente apoyó su frente en el hombro del castaño. Tomó una bocanada de aire, mezclado con el perfume del mayor, pensaba que esto realmente era un sueño, de algún lado debía a aparecer su padre para que se tornara en una pesadilla y se despertara del puro susto, pero ya habían pasado un par de minutos que seguía apoyado en el hombro de John y nadie aparecía para recriminarle.

– ¿Estás llorando Mark? – Le tomó del rostro con sus manos para juntar mirada, el menor tenía un leve puchero en sus labios y sus pómulos llenos de lágrimas. – ¿Qué ocurre? – Con sus pulgares le limpio las lágrimas y le acarició la zona.

– Me gustas, hyung. – Dijo entre sollozos.

La sonrisa de John era todo lo que podía ver, provocaba que su corazón saltara alegre, pero cuando sintió los labios del mayor posarse sobre los propios pensaba que se iba a desmayar en los brazos de John de la pura emoción que tenía.

Y desde ese momento, se dio cuenta de que con John podía ser feliz.



🦁

Y este es la última parte de este capítulo uvu

Espero les haya gustado🖤

xoxo

Con John | ʲᵒʰⁿᵐᵃʳᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora