diecinueve.

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Jisung se había convertido en un adolescente muy bonito, le ganaba por un par de centímetros y tenía su cabello de un rubio medio grisáceo. Su nariz seguía igual de pequeña y ahí estaba aún la manía de jugar con ella mientras hablaba, tenía el rostro muy marcado, pero no tanto como su hermano mayor, pero demostraba lo masculino que es sin desaparecer el aura de adolescente.

- Hyung. - Su voz era grave, haciendo un contraste con la sonrisa que tenía en su rostro.

Estaba afuera de la escuela de Jisung, se había colocado de acuerdo en que se verían por lo menos una vez a la semana, ninguno de los dos todavía tocaba el tema de sus padres más por el hecho que ninguno de los dos quería y temían hablar de aquello por razones diferentes, asique prácticamente se juntaban a escondidas de ellos.

- Tengo clases por la tarde, ¿no te molesta acompañarme? - Tenía un bolso colgado por sus hombros mientras caminaban por las calles alrededor de la escuela del menor.

- Para nada, hyung. - Le sonrío y sus ojos se achinaron levemente, sus mejillas sonrojadas. - ¿Sabes? Me gustaría conocer a Johnny hyung.

Cuando se reencontraron, fue inevitable para Mark contarle sobre la existencia de su pareja de hace años cuando Jisung empezó a hacer preguntas relacionadas al año donde se escapo de casa. Sabía que sus padres siempre le ocultaron todo al menor, y que el porqué de su ida iba a hacer otra cosa más que le ocultarían.

Por eso, tuvo que responder solo todas sus dudas relacionadas desde que tenia trece años y donde veía a Mark con marcas en sus brazos, o se volvía más introvertido, para el menor siempre fue una interrogante, pero al mismo tiempo que Mark le estaba protegiendo de algo, pero hasta que no supo por su investigación ardua por las redes sociales, no supo de que exactamente.

Al ver una foto de su hermano mayor siendo abrazado por un hombre más alto que él, ambos sonriendo como si su vida estuviera completa con solo al estar juntos, entendió muchas cosas.

- No lo sé, Jisung. - Rasco su nuca y evito mirar al menor. - No quiero causarte problemas, ya es mucho con solo verte.

- Nuestros padres se separaron.

Mark detuvo su caminar cuando escucho las palabras de su hermano y quedo mirando fijamente el suelo. No sabía que pensar al respecto, ¿esta era una señal para volver a tener una relación con su madre? No lo creía en realidad. Desde que se fue de su hogar, hubo un par de veces en que trato de comunicarse con su madre, pero todas daban con el mismo resultado: teléfono apagado. Hacerse ilusiones con volver a tener una familia era casi imposible ahora para Mark.

- Al año mamá se dio cuenta que había ocurrido realmente. - Jisung se había colocado frente a su hermano. - Tenía catorce cuando ambos se sentaron conmigo explicándome de que se separarían y que debía vivir con mamá. - El mayor no quería enfrentar la mirada de su hermano, no quería que le viera llorar. - Al principio fue un poco confuso, y sobre todo triste, ¿iba a perder también a mi papá?

Fue inevitable para Mark sollozar cuando escucho a su hermano. Nunca pensó en cuanta falta le podría haber hecho a Jisung durante aquellos cuatro años.

- Cuando cumplí dieciséis el año pasado, le pregunté a mamá donde estabas y solo hice que llorara toda la noche. - Se acerco más a su hermano y coloco una mano en su hombro. - ¡No entendía nada! - Chilló con sus dientes juntos, aguantándose la rabia. - Paso una semana y me contó todo, porque te habías ido y sobre la separación.

- ¿Por qué se divorciaron? - Pregunto, casi inaudible.

- Por ti.

En la calle había poca gente, un par de estudiantes y profesores, ambos ignorando toda la situación que estaban viviendo los hermanos Lee. Mark sabía que tenía todo el rostro lleno de lágrimas, pero aun así le fue inevitable mirar a Jisung cuando sintió sus manos acariciando sus brazos.

- Mamá se dio cuenta que debió haberte apoyado desde el primer momento y nunca haber dejado que te hiciera daño. - Los ojitos de Jisung tenían lágrimas que caían suavemente por sus pequeños pómulos. - Eres su hijo, debió haberte cuidado hyung, no te merecías todo ese daño.


Comieron cerca de la universidad de Mark y cuando fueron las cuatro con treinta minutos se encaminaron a la facultad del mayor. Se sentaron en los últimos asientos para que no le dijeran nada a Jisung, pero fue inevitable que sus amigos se acercaran a él y preguntaran sobre el menor.

- ¡Nunca nos habías dicho que tuvieras un hermano, Markus!

Doyoung no dejó en ningún momento las mejillas de su hermano, pero tampoco es que Jisung se quejara, siempre le había gustado que le mimaran y no iba a dejar pasar esa oportunidad de ser consentido por los amigos de Mark.

Sus otros dos amigos, Jaemin -quien estaba bastante sorprendido por la aparición del hermano de Mark- y Jeno, se les unieron cuando salieron de clases y Doyoung se ofreció voluntariamente en invitarlos a cenar por la linda sorpresa del hermano menor de su amigo cuando vieron un restaurante de barbacoa.

Nunca pensó que podría estar así en realidad, compartiendo con sus amigos y con su hermano tranquilamente, había perdido toda la esperanza cuando se despidió de él mientras dormía el día en que se fue, que le partía el corazón todos los días. Pero verle sonreír por las bromas que hacia Jaemin y como Doyoung no paraba de comentarle lo lindo que era mientras recibía pequeñas caricias en su cabello, le hacían sentir muy feliz, tanto que podría explotar de amor ahí mismo.

Y ahí fue cuando se acordó de John.

No le había avisado que llegaría más tarde por la salida repentina que se había organizado, tampoco tuvo la intención de llamarle y decirle que se uniera, desde que sus amigos supieron de la infidelidad por parte del mayor no querían saber mucho sobre él.

Se dio cuenta, que no siempre debía estar John para sentirse tranquilo y feliz, rebosando casi la felicidad extrema. Necesitaba de sus amigos y de la sonrisa de Jisung, diciéndole que todo iba a estar bien para ellos dos.

Si. Mark podía ser feliz solo. Sin John.

Con John | ʲᵒʰⁿᵐᵃʳᵏWhere stories live. Discover now