Culpable © | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |

CAPÍTULO XVI

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Morana

Estaba demasiado desgastada cuando llegue a casa esa noche. Cuando Tae Hyung me traía de regreso fue silencioso; parecía que ninguno de los dos estaba dispuesto a decir algo más del pasado. A pesar de eso, después de la confesión la relación entre los dos había cambiado. Sentía más confianza con él.

— Muchas gracias por traerme. —dije mientras salía del auto. — En realidad, te agradezco por todo.  

Él se limitó a sonreí y asentir con la cabeza.

Narrador.

Jungkook quería agregar algo más que un simple movimiento de su cabeza; por lo menos preguntarle si se encontraba bien, pero en el fondo sabía que Morana no era el tipo de chica que le gustara mucho externalizar sus sentimientos y cuanto verifico que entrara a la casa se marchó en dirección al hospital donde su tía permanecía internada. Gracias a Morana pudo tomar coraje suficiente para encarar a su tía y decirle que la vida que llevaba no estaba bien para su propia salud.

— ¿Se puede saber dónde estabas Morana? —le pregunto su madre esperándola en el comedor de la casa. Ella se asustó cuando la encontró esperándola.

— Te deje un mensaje que no iba estar. —contesto de manera seca. Su madre hace tiempo dejo de mostrarle interés en lo que hacía, así que no creyó que se preocuparía si tardaba unos cuando días más en regresar.

— Esto no está bien Morana, ¿Qué sucede? —pregunto su madre de manera abatida y se llevó las manos a las sienes.

— No es para tanta y no pasa nada. —sentencio la adolescente. — No es la primera vez que estoy fuera de casa.

— No se trata de eso. No tienes consideración por nada ni la decencia de mandarme un mensaje de texto para avisarme que sigues con vida.

Con la gran confusión que sentía en un principio Morana, se convirtió en ira. Se pasó casi la mitad de su vida mendigando atención de su madre que ahora dejo atrás esa etapa dolorosa hace un largo tiempo atrás. Estaba muy disgustada con su madre.

— Lo hubieras pensado cuando era una niña, mamá. Ahora no necesito de tu cuidado. Llegas demasiado tarde. —soltó duramente. Sin darle tiempo a reaccionar a su madre, se marchó rumbo a su habitación. La opresión en su pecho cada vez que pasaba por la habitación de Eíder y en la manera horrible que pasaron las cosas, la dejo cargada de culpas y odio a sí misma. 

Cuando entro a su habitación se dejó caer en su cama sin ánimos de nada. En menos de una semana, le habían pasado muchas cosas. Perdió a un amigo que no logro a conocerlo; además de terminar de revelar lo que guardaba su corazón, y que jamás se juró hacerlo con nadie. Parecía colapsar y solo le quedaba cerrar los ojos y buscar un poco de descanso mental con dormir un poco.

***

— ¿Ya estás lista? Estoy camino a tu casa. —hablo Evan cuando Morana contesto la llamada. Eran las seis de la tarde y aún se sentía terrible por pasar una mala noche sin dormir. ¿Por qué Evan le decía que iba para su casa? se preguntó entre la confusión, porque no comprendía el motivo. Se giró mirando el calendario que colgaba arriba de su escritorio de estudio y recordó la fogata a la que Jungkook la había invitado. Se levando de un salto maldiciendo por ser tan olvidadiza.