CAPÍTULO VIII

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Morana

Me sentía confundida por todo lo que estaba sucediendo con el ya ahora Boy G, en lo cual, una de dos, parecía abrirse paso en mi vida o estaba vulnerable por la situación en la que había pasado minutos antes con mi familia. De igual manera, me quede conversando por mensaje con él.

Al día siguiente me despertó la alarma del móvil donde me indicaba que era un nuevo comienzo con la misma rutina de siempre. Seguí asistiendo los sábados a las clases de detención como si nada hubiera pasado. Recordé a mi madre esa mañana donde volvió actuar como una muñeca viviente y me pregunté quién de las dos estaba más rota. Aunque midiendo el grado de destrucción emocional sería difícil descifrarlo.

Y como toda la semana me dedique a pasar por mi tienda de cómic favorita, antes de tener que ir a clases de castigo.

— ¿Por qué siempre apareces aquí y luego vas algún tipo de trabajo forzado? —pregunto intrigado, Hunter. Esbocé una mueca de risa por la persistente mirada acusadora que me ofrecía. Seguro lo decía por mi vestimenta, ya que no era necesario ir bien vestida para hacer los trabajos manuales.

— Creo que me veo bien. —dije con orgullo. Me agrada pasar el rato con Hunter y sus empleados era mucho mejor que estar sola en mi hogar donde me invadía los malos recuerdos y la ansiedad de no vivir. La mayor parte estaba encerrada en mi habitación evitando con todas mis fuerzas de tener la puerta abierta para no ver la antigua habitación de mi hermana que estaba justo en frente de la mía.

— Sinceramente creo que deberías ponerte el uniforme de la tienda y trabajar aquí porque los clientes te preguntan más indicaciones a ti que a mí o a Tae Hyung. —me elogió y no pude evitar reír por su comentario.

— Bueno, se nota que sé mucho más de todo lo que vendes y seguro se refleja en mi persona. —me encogí de hombros y volví a revisar la caja de cómic en buscar algo que ver con anime lemón que me interesaba.

— Claro, claro. —rodó los ojos. — Si eso es lo que crees entonces toma mi lugar por hoy mientras invito a Jessie a una cita. —agrego hablando de su eterna novia de años. Aquella chica que esperaba que él pidiera su mano en matrimonio.

— Todavía no entiendo porque ella sigue estando contigo. —comenté, ya que Jessie era bellísima y exótica en apariencia. Al escuchar mis palabras se llevó una mano el pecho fingiendo estar dolido.

— ¿Cómo puedes decir eso? —solo le sonreí.  —Un día de estos te negaré la entrada a mi negocio, ya lo verás.

— No lo harás porque estarías alejando a una de tus fieles clientas. —mencione seria ya que él era muy consciente de eso. Hunter mantenía su tienda por gusto y pasatiempo, pero su verdadera fuente de ingresos era su banda y el dinero que generaba de sus presentaciones. — ¿No están Jessie y Tae Hyung ? –Hunter negó con la cabeza.

— Jessie tuvo que salir atender algunas cosas y Tae... realmente no sé qué esté haciendo ese chico. Probablemente fue a darse otra ducha y luego vuelva, es demasiado raro como para entender por qué hace las cosas.

Pensé nuevamente en Tae y no comprendía la razón detrás de ese comportamiento tan excéntrico que tenía. Deje volar mi imaginación barajando teorías sobre mi curiosidad sobre él. En ese momento vibro el móvil en mi bolsillo. Cuando vi la pantalla era otro mensaje de Boy G, y de repente me lleno de alegría. Rápidamente desbloqueé para leer el contenido:

❝Espero te vaya bien en ese tipo de castigo. Te vendría bien pasar por el jardín trasero antes de marcharte, tengo una sorpresa para ti. ❞

Me acorde de ese último lugar que estuve trabajando con Jung Kook, quitando hierbas malas. No estaba segura si él menciono el lugar meramente por coincidencia, o porque estaba enterado que ahí pase mi último sábado. Otra vez estaba siendo paranoica y saque esos pensamientos negativos y le conteste el mensaje mientras pensaba cuándo podríamos vernos en persona.

Hunter noto mi cara de alegría.

— Parece que te has encontrado un novio estos días, ¿No es así? —pregunto con curiosidad.

— Claro que no.

— Es una lástima, si tuvieras uno te podría llevar directamente a la escuela y no tendrías que llegar tarde a tu castigo. —sonó sarcástico, pero, me volvió a la realidad al notar la hora. Era tarde.

— Estoy en problemas, mierda. —dije mientras me colocaba frente a Hunter y le dediqué una mirada de súplica, sabiendo que él era mi única salvación.

— Ni me mires, que no puedo dejar el lugar desatendido. —menciono y estaba en lo cierto. Así que cuando estaba por salir corriendo del lugar, ingreso justo al local Tae Hyung. — Pero parece que alguien más podría hacerte un favor. —señalándolo, Hunter.

Tae Hyung sin entender nada y menos tener tiempo en quitarse el casco lo tome del brazo y lo arrastre hacia afuera, pues el plan de Hunter no estaba tan mal después de todo.

—¡Tae, por favor, te lo pido! Solo te molestare esta vez, te lo juro y después te lo compensaré de alguna manera, pero, no quiero pasar más tiempo es ese maldito castigo. ¡Llévame a la escuela! —suplique. Él se quedó parado frente a mi durante unos minutos sin saber qué decir y cuando fue capaz de procesar en que lío lo estaba metiendo, se rasco el brazo mientras asentía brevemente y se volvió a montar a su motocicleta. — ¡Muchas gracias! –agradecí aliviada. Me subí a su moto, mientras aceptaba el casco que me ofrecía. Me coloque lo más rápido que pude y me aferre a su cuerpo con fuerza.

Durante el viaje me sorprendí al notar su abdomen que estaba en forma y el rico aroma a fresco que emanaba él. Pude advertir lo incómodo que estaba por la forma que lo estaba sujetando, tenía rígido sus músculos. Pero, no hubo quejas de su parte, sabiendo lo reservado y poco amigable que era Tae Hyung. 

Por otra parte, creí que era bastante bueno en imaginar que podía intentar ser su amiga, aunque sería bastante imposible llegar a mediar palabras con él.

Me deleite recargarme sobre su espalda y me imagine por un momento una cita en otra ciudad donde nadie supiera quién era y disfrutar de una verdadera relación amorosa. Si es que existía tal cosa.

Pero cuando me percate que estábamos cerca de la escuela toda aquella bonita magia de soñar se desvaneció tan pronto como llego.

— ¡Otra vez gracias! —murmure avergonzada mientras me bajaba. Me pare frente a él y Tae Hyung se quitó por primera vez el casco. La brisa que corría por el ambiente, le apartó algunos mechones en su rostro dejando ver un poco lo atractivo de sus facciones. Parpadee varias veces, estaba tan embelesada de él que me quede sin habla.

— Espero que te cuides un poco más. Nos vemos. —me dijo, Tae Hyung, dejándome desconcertada. Al parecer tenía más actitud de lo que escondía y la verdad me gustaba de esa manera. 

Me despedí de él nuevamente y salí corriendo a la clase de los castigados.

Después de presentarme tendría tiempo en buscar lo que me dejo Boy G, para que buscara. 

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Culpable © | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |Where stories live. Discover now