CAPÍTULO I

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━ ¡QUE NO ESCAPE!

━ ¡ATRAPENLA! ━gritaban con euforia, mientras corrían detrás de mí para alcanzarme. Todo parecía irreal, porque literalmente escapaba por mi vida del grupo de, Agnes.

Minutos antes fui emboscada con una vil mentira de que necesitaban hablar conmigo de algo importante cuando estaba saliendo de la última clase. Accedí aunque sabía que algo más tramaban, porque durante todo el día tenía esa sensación que debía estar alerta. Al salir fuera del establecimiento escolar, me los encontré al grupo y note que algunos de ellos tenían la expresión amenazador. Uno de ellos me guiño un ojos y murmuro en tono tosco: ¡Llego tu hora!

Sus palabras fueron suficiente para salir corriendo lejos de ellos. No sé cuanto tiempo lo hice y me perdí mientras lo hacía. 

No sabía en dónde estaba y la noche había caído inesperadamente. Estaba experimentando el miedo, porque en la zona en la que estaba tenía mala fama de incidentes de todo tipo. Me di cuenta por el oscuro callejón, y lo mal que olía el sitio.

Para entrar más en contexto vivo actualmente en la ciudad de Daejeon, Corea del Sur. Un área que rodea muchos complejos deportivos, desde fútbol, básquet, vóley, hándbol, hockey sobre hielo, entre otros, con lo cual el vecindario desde hace muchos años lidiaba con un aumento de actos delictivos muy violentos, en diferente confrontaciones por poder entre bandas de narcotraficantes y las personas que querían vivir en una ciudad de manera tranquila.

La policía no hacía mucho, ya que corría riesgo también de ser atacados por estos. Si, se podría decir que la ciudad estaba siendo controlados por la mafia, sabiendo cual era el final si ibas en contra. La muerte segura.

De la misma forma pasaba en donde estudiaba. Debías pertenecer a un grupo y aferrarte hasta las últimas sin ser chivo expiatorio de está. Lo llamo supervivencia del más apto, porque siempre hay etiquetas. 

Si eres nerd, tal vez seas esclavos de los brabucones. Si eres atleta, seguro serás intocable e idolatrado. Las chicas fresas, son objeto sexual de los atletas. Y los brabucones son psicópatas escondidos detrás de un alma generosa, cuidadosos sin ser expuestos a sus verdaderas intenciones. Es el infierno mismo. 

Yo, Morana Birn pertenezco estúpidamente a la línea de brabucones, creyendo que así iba sobrevivir, hasta que un día de mi vida cambié mi percepción de todo y necesitaba dejar de pertenecer a su grupo de matones.

Para mí empezó todo en mi último año con mi eterna lucha de poder encajar. Estaba cansada de ver sufrir a los débiles y honestamente no me siento orgullosa. Hasta que un día me revele contra Agnes; la que consideré mucho tiempo mi mejor amiga, una vulgar cliché. Siempre pensé que en algún momento de su vida fue humana y que la popularidad absoluta la corrompió, siendo una maldita loca y falta de emoción hacía los demás. No tiene compasión de nadie.

No la conocía mucho, sin embargo, ese día tal vez, iba a conocer su verdadera cara.

Me metí en un callejón y fui detrás de un contenedor de basuras que estaba apilados en filas contra la pared y me escondí en el medio de dos para despistar a los que me seguían. Estaba sin aliento de tanto correr en zic zac para perderlos. Llevaba mucho tiempo sin hacer actividad física y eso me estaba pasando facturas, mientras intentaba control mi aire para recuperarme.

Culpable © | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora