X: Aparición

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Caminé y caminé y aún seguía centrado en las olas. Cuando moví mi cabeza para fijarme hacia dónde iba, me encontré en la estación donde llegué. Desde otra perspectiva, pero era la misma. En mi ubicación no podía apreciar la casa de madera, pero quería observarla. No estaba mal querer pasar por allí, al fin y al cabo no tenía más nada que hacer. Por eso decidí salir a caminar y explorar.

Recordé al Ryan que odiaba al amor y al Travis enloquecido por una chica que enamoró gracias a tergiversar su personalidad. Fueron momentos extraños, pero buenos de recordar. 

Iba distraído, observando mi celular. Ya había llegado a la casa de madera. Me senté en el gran banco que esta contenía. Leí unos mensajes que me habían dejado por WhatsApp.

     —Hoy sí cargaste el celular, por lo que puedo apreciar.

     Una voz familiar y femenina. ¿No será esto un sueño?

Levanto mi cabeza para ver quién me hablaba y era la misma chica de ayer. Estuve tan distraído en el teléfono celular que no me enteré de nada. Estábamos solo ella y yo.

     —Sí —contesté, un tanto asombrado—. Nos vimos ayer, ¿no?

     La chica sonríe y asiente con la cabeza.

     —Tú eras el raro que no cargaba batería. Es una buena excusa para entablar conversación, realmente.

     Esta mujer acaba de descubrir un plan infalible. No sé quién es. Tengo miedo.

     Me quedé callado y ella se rió de nuevo.

     —Bonito atardecer, ¿no? Quizá sea uno de lo pocos días soleados en esta temporada. La playa es preciosa, guau. 

     Yo solamente la miraba. Es que no sabía qué decir.

     —Puedes hablar, ¿sabes? Digo, ayer mentiste para ello y hoy no quieres. No entiendo.

     No sé qué está ocurriendo.

     —Eh... pues sí. La playa es fantástica. Esto está muy cambiado desde la última vez que vine. Me parece que hay más turistas.

     La chica, de piel excesivamente blanca, ojos grisáceos y cabello rojo (rozando el naranja), preguntó sobre por qué venía a California.

     —Acá vive mi madre —dije—. Estudio para convertirme en traductor pronto, así que no estoy mucho acá con ella. Vine estas fechas porque su cumpleaños es la semana entrante.

     La chica asintió con la cabeza nuevamente.

     No dejarás de preguntarme, ¿verdad?

La Estación | Una historia de desahogoWhere stories live. Discover now