XIV: Esperanza

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Se escucha el sonido de una lluvia leve caer sobre el suelo californiano

Era un poco tarde ya y, además, estaba lloviznando. Busqué el paraguas y salí por el vecindario. Estaba ansioso por, quizá, enterarme de que ella viviese por aquí cerca. En el transcurso, le mandé una nota de voz a Ryan comentándole que iba a completar la misión. 

    Ryan: Si la ves, recuerda actuar como si nada ocurriera. Tampoco queremos que te tome como un psicópata.

Palabras sabias.

Me encaminé hacia las casas más cercanas y las miraba una por una. Tal vez esperando que alguien saliese de una de ellas y fuese una chica con el cabello rojizo. Pero, hasta ahora, no. Las casas estaban enumeradas, eso noté. Y me aprendí el número de casi todas las que estaban a la derecha de la casa de mi madre. Algo curioso.

Pero no conseguí nada, lamentablemente. Ya estaba algo resignado. Caminé hacia la estación, que estaba bastante cerca de donde estaba. Me senté, dejé el paraguas a un lado y pensé en el primer día que llegué y lo imbécil que fui al tomar el taxi si la casa de mi madre estaba tan cerca.

     — ¿Tú otra vez? 

La Estación | Una historia de desahogoWhere stories live. Discover now