XXII: El terapeuta ideal

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Greenman (mi psicólogo personal) me había llamando recientemente y me había informado sobre quién se encargaría de evaluarme semanalmente. Él dijo que estaría en las mejores manos mientras me encontraba en suelo californiano. 

Iba, en taxi, a la dirección que me había pasado. Estaba observando cada detalle del lugar, y es que hacía años que no salía a un sitio que no fuera alrededor de la playa. Me hallaba enamorado de la ciudad. Al bajarme, agradezco y entro al edificio donde se supone que está el consultorio. Pregunto en la recepción sobre un psicólogo, me indican a un lugar específico y sigo las instrucciones.

Llego a la puerta, toco un par de veces y espero respuesta. 

     — ¡Adelante!

Me adentro y su cara me llamaba poderosamente la atención. Claro, y cómo no. Era Alejandro Jungle.

     — ¡Hombre! —me saluda, levantándose de su asiento y dándome un abrazo—. ¡Ya decía yo que tu nombre me sonaba! ¡Matteo Ribbers!

     Le devuelvo el saludo eufóricamente, ambos reíamos. Él fue la primera persona con quien tuve contacto al llegar a esta hermosa ciudad. Qué casualidad que ahora se encargará de mi evolución emocional.

     —No tenía idea de que era usted —digo, sentándome—. Greenman solo dijo su nombre, pero no su apellido.

     Jungle reía. Y luego de una charla corta, comenzamos con la terapia. Lo puse al día, aunque, dijo, Greenman ya le había pasado toda información sobre la distimia y los episodios de ansiedad que había tenido en el pasado.

Pasaron densos cuarenta y cinco minutos de charla intensa. Intensos, pero muy productivos y necesarios. Tomamos un descanso para hablar entre nosotros un poco más.

      —Por cierto —dice—, ¿cuál es el motivo por que vienes a California? Claro, lo pregunto porque te vi bastante perdido aquel día y supongo que es primera vez.

     Me reí y le aclaré que no era primera vez. Pero sí que había pasado bastante tiempo desde la última vez.

     —Mi madre cumplirá años la semana entrante. Estoy muy ocupado con mi universidad, pero es importante que esté con ella estas semanas. Soy su único hijo.

     Jungle me dijo que Greenman le había contado sobre la muerte de mi padre hace años y el mal momento que había pasado mi familia.

El celular de Alejandro estaba sonando, al parecer era su esposa. Me pidió un momento y salió del consultorio.

La Estación | Una historia de desahogoWhere stories live. Discover now