#29: Ben vs Colegio.

48K 3.6K 2.5K
                                    

                                Para sorpresa de todos —más para Louis y Harry, quienes tenían una apuesta de vida o muerte— Ben duró tres semanas exactas en la escuela pública antes de que casi lo expulsaran y llamaran a sus padres a la oficina del rector. Nadie había esperado eso, Louis con suerte le había dado tres días a prueba y Harry, quien le había tenido un poco más de fe, una semana. Pero, definitivamente, nadie esperaba que Ben durara más de dos días en una escuela. Lo hizo, sin embargo. Él había durado las tres semanas. Él había terminado las tres semanas de clases con elegancia y metiendo la pata dramáticamente.

Ben casi incendia una sala.

Todo había pasado muy rápido para Ben. Las semanas, los días, las horas. Todo. Tanto así, que de un momento a otro, se encontraba a punto de entrar al lugar que más odiaba: la escuela —después del dentista— y luego, se encontraba en el lugar donde se supone, no debía estar: la oficina del rector. Era impresionante incluso para el menor.

Era impresionante, porque fue más rápido de lo que él había esperado. Ben no se imaginaba cómo estarían sus padres al recibir aquella llamada telefónica de la secretaria del rector de su establecimiento, no se imaginaba cómo Charlotte atendería la llamado, cómo intentaría bajarle el perfil al asunto al decirle a L&H, no se imaginaba cómo Harry le diría a Louis que él estaba en la oficina del rector, no se imaginaba cómo Louis iba actuar. En realidad, eso sí lo imaginaba: Louis sería el más histérico de ambos, estaba seguro de aquello, Harry quizá sólo le frunciría el ceño cuando estuviese en la oficina y lo miraría amablemente, como siempre. Y todo lo demás estaría mal.

Ben sabía que estaba en problemas más que graves, él literalmente estaba preparando su tumba. 

El chico de ojos azules realmente había dado lo mejor de sí esas semanas, se lo había propuesto. Ben realmente lo había intentado con todo lo que tenía dentro de su arsenal de “buenos modales”, de las cosas que Harry le había enseñado en su poco tiempo con él y todo, absolutamente, todo lo que Louis le había enseñado en su corta vida. Había intentado ser un alumno ejemplar dentro de lo que podía, sin meterse en problemas de los cuales no podría salir luego, no es como que fuera estúpido, sabía si se metía en problemas, lo asesinarían en casa. Sin embargo, él lo había intentado, pero a veces, intentar no es suficiente.

Cuando el pequeño de rizos y ojos azules llegó a esa escuela, en donde la mayoría  —a sus ojos —parecían ser bastante millonarios y todo el asunto, Ben creyó que no se adaptaría. Efectivamente, nunca lo hizo; sin embargo, las cosas parecían ir bien el primer día de clases.
Hicieron lo típico de una escuela: presentarse con sus compañeros, hablar acerca de sí mismos y hacer un dibujo de lo que hicieron en vacaciones. Lo usual. Para Ben era casi extraño -y patético- hacer algo tan normal como aquello después de todo lo que había pasado, aún así, debía hacerlo sólo para no empezar con problemas el primer día.

Al momento de hacer el dibujo, los chicos de su clase estaban bastante inspirados plasmando en el papel las vacaciones en alguna playa, en el campo o en la ciudad, incluso en otro país; Ben no estaba muy seguro acerca de qué hacer ya que sus vacaciones habían sido más que movidas y bastante poco inusuales, por lo que optó por crear la versión resumida de lo que él había hecho.

No es que como que pudiese dibujar todos los planes que hizo para que la reconciliación de sus padres se llevara a cabo y esperar a que la maestra lo entendiera o que al momento de colocar el dibujo en el mural, las personas también entendieran  -incluso, si lo hubiese hecho, nadie le habría creído eso sólo porque era un niño de siete años- por lo que sólo dibujó el resultado del plan: una familia feliz y unida con un lazo irrompible. Él también dibujó a Nina, Charlotte e incluso, Chris. 

Hey, Dad. [Larry Stylinson] [M-preg] [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora