#28: Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta.

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Advertencia [+16]

                                                                  —¿Tienes todo?

Louis había estado preparando las cosas para Ben todo el día. Desde ropa hasta los zapatos adecuados que debía llevar a su nuevo colegio. Materiales, e incluso, algunos libros extras que pedían. Louis estaba realmente comprometido con que su hijo fuera a esa escuela, esperaba que Ben durara en la escuela —a pesar de la apuesta con Harry— porque si no lo hacía, estaría en graves problemas y tendría que estudiar en casa sólo por petición de Harry. Teóricamente hablando, su hijo estaba a prueba en esa escuela. 

El menor lo ignoró, acomodando su mochila. Louis pasó una mano por su cara.

—Hijo —le llamó— te estoy hablando.

Ben quiso rodar los ojos hacia Louis o tirarle la mochila o lanzarle los cuadernos, los lápices, cualquier cosa. Pero no lo hizo, porque 1) Louis lo mataría, 2) Terminaría en un internado y 3) Louis lo mataría. Así que se obligó a sonreír, siendo su sonrisa algo escalofriante y demasiado sarcástica hacia su padre de ojos azules. 

—Sí, —Ben contestó, de mala gana— llevo todo.

Louis soltó un suspiro frustrado. Él no quería que Ben estuviera enojado sólo por haberlo enviado a la escuela ya que era su obligación de padre hacerlo. Louis pensó que Ben ya sabía que ese día iba a llegar tarde o temprano, pero jamás imaginó que su pequeño hijo ni si quiera se había dado el placer de pensar que algún día él se tenía que educar, otra vez. Louis dedujo que fue debido al hecho de estar con Harry, compartiendo la fama. Si Louis acertaba con eso, ellos tendrían severos problemas con ese tema. 

El castaño miró a su hijo con una sonrisa suave, intentando calmar el ambiente.

—Genial, espero que te vaya bien en tú primer día de clases.

El menor achinó los ojos:— Como sea.

Louis miró a su hijo acomodar su camisa frente al espejo de la sala de estar. Su pequeño ceño estaba fruncido. Tanto, que Louis pensó que sus cejas se podrían unir en una sola. Ben realmente estaba enojado, ya que tiraba de su camisa una y otra vez para dejarla perfecta, sin lograrlo. Louis se mordió el labio, antes de aclararse la garganta llamando la atención de su hijo.

—Ben, por favor, compórtate. 

El menor esta vez sí rodó los ojos sin contestar. Entonces, Harry hizo su aparición en la sala, con su sonrisa con hoyuelos mirando a su gruñón hijo jugar con la corbata. El rizado se movió con elegancia hasta Louis, abrazándolo por la espalda, colocando el mentón en el hombro del hombre más bajito. A Harry le encantaba hacer eso. 

Louis sonrió de inmediato, negando con la cabeza. Olvidándose casi por completo del Grinch de la escuela frente al espejo.

—¿Está enojado aún? —Harry preguntó suavemente, a lo que Louis asintió— ¿qué haremos?

—Nada.

Harry parecía sorprendido cuando preguntó:—¿En serio?

Hey, Dad. [Larry Stylinson] [M-preg] [AU]Where stories live. Discover now