#22: Siempre hay motivos.

65.4K 4.5K 5.2K
                                    

                                             —Nina —Louis gruñó— Ben está bien, deja que descanse.

—¡No. Casi muere! —Nina exclamó, tomando la mano de Ben— no puedo dejarlo solo.

Louis resopló.

Nina se encontraba sentada a un lado de la cama del menor con el ceño fruncido mirando a Louis, casi retándolo a que él la tomara y la echara del lado de Ben. Y Louis estaba a punto de hacer eso, ya que la niña estaba hostigando a su hijo demasiado, según él, pero recordó que Nina era nieta de Charlotte, y Charlotte era demasiado buena como para hacerle algo así. Por lo que rodó los ojos sin dejar de fruncir el ceño en su dirección.

Harry soltó un sonido de ternura, pasando sus brazos por las espalda de Louis, colocando su cabeza en el hombro del más bajo.

—Ay, pero que adorable.

Louis golpeó suavemente la mano de Harry visible que estaba en el estómago del castaño.

—No es adorable.

El rizado rió suavemente depositando un beso en el cuello de Louis, algo divertido.

A Harry le gustaba ver a su novio de esa forma, defendiendo lo que es suyo, y de alguna manera, sobre protegiendo a Ben. Harry no es que fuera un mal padre por dejar que su hijo tuviese una supuesta “esposa” a tan temprana edad, pero el rizado sabía que los niños sólo hacían cosas de niños, y en ocasiones, imitaban a los adultos y esa era una de esas cosas. Además, Ben era más que inteligente para saber qué tipo de cosas soportar, aceptar y hacer, y cuales no. Harry realmente creía que Louis estaba comportando como una “madre protectora” con su único hijo.  

Amor, son niños. No harán nada malo.

Louis se giró en los brazos de Harry aún con el ceño fruncido, sin embargo, cuando vio la sonrisa ladeada del rizado, rodó los ojos colocando una sonrisa también en su rostro. Louis no podía enojarse al ver a Harry ahí, en frente suyo, mirándolo como si fuera una cosa frágil, como si fuera único, y como si lo amara más que su vida, aunque Louis sabía que era de esa manera, aún no se acostumbraba completamente, y estaba seguro de que no se acostumbraría nunca a que Harry lo amara tanto como lo hacía.

Hazz, —Louis farfulló— eres tan lindo.

El castaño soltó un suspiro, besando el mentón del más grande, para después, acunar su cabeza en el pecho del rizado. Louis pudo sentir cómo Harry se reía y su pecho se movía constantemente de arriba hacia abajo, luego, sintió las grandes manos del rizado atraparlo en un abrazo acercándolo más a él, sin lastimarlo porque Harry jamás lo lastimaría.

—¿Qué cosas tan ridículas dices, Louis? —Harry se burló, depositando un beso en la coronilla del más bajo.

Louis se separó para mirarlo desde el cabello hasta donde terminaba su cuello y algo de su pecho se hacía visible gracias a las camisas abrochadas por sólo dos botones que Harry utilizaba siempre. Eran muy prácticas al momento de tener algo más que unos besos locos sobre la cama.

—No estoy hablando ridiculeces —Louis se defendió— realmente, eres muy lindo.

Harry rodó los ojos tomando su labio inferior entre sus dientes para evitar la sonrisa que se expandería por toda su aniñada cara.

—Idiota.

—Eso no te quita lo lindo.

Louis no era de las personas más tiernas del planeta, Harry sabía eso, no era de ese tipo de chico que te trataría casi como un bebé, sin embargo, cuando Louis quería ser tierno, lo era. Y lo demostraba mucho con Ben y mucho, pero mucho más con Harry, quien era un romántico incondicional. Por este motivo, cuando Louis le decía ese tipo de cosas, lo único que quería hacer Harry era besarlo hasta que el aire no existiera en el cuerpo de Louis.

Hey, Dad. [Larry Stylinson] [M-preg] [AU]Where stories live. Discover now