Capítulo 15

337 33 4
                                    


Hanna

— ¿Solo para eso llamabas?

¿Tenemos algo pendiente de lo que debemos hablar?

Mantengo mis ojos cerrados imaginándolo a mi lado, sus ojos azules me miran con rabia, y yo soy la culpable de ese sentimiento en él.

"—... ¿Qué planeas? ¿Nunca ser algo serio? ¿Ser sexo casual aun cuando yo te amo con todo mi ser? ¿Usarme y botarme cuando te aburras de mí?

— ¿Qué? ¡No! Yo... — Abel me manda un mensaje diciendo que sigamos con la cacería.

Adrien ríe con cinismo.

— No te fuerces a decir otra mentira. Puedo soportar la verdad, Hanna."

La verdad... ¿Realmente la soportaría?

Cuelgo la llamada cuando mi pecho se aprieta y lanzo el móvil al otro lado de la habitación y solo entonces me doy cuenta de que mi respiración está agitada.

Cubro mi rostro y me apoyo en la pared en un intento inútil de dejar de pensar para no perder el control. Su aroma a whisky mezclado con el olor a metal me llega cuando está frente a mí y toma mis muñecas con cuidado.

Abro los ojos y veo fijamente ese color verde pantano deseando que sea azul oceánico.

Abel solo me mira y luego chasquea la lengua buscando mi boca. Giro mi rostro rechazando su caricia una vez más. Suspira contra mi piel y limpia la mancha de sangre en mi mejilla con su pulgar.

— ¿Vas a permitir que arruine los planes que tienes?

Niego.

»— Entonces deja de pensar en él. Pense à nous, mon petit démon... — Habla a mi odio en su idioma natal y cierro los ojos. Cada vez que lo hace es cómo si mis oídos tuvieran orgasmos.

*Piensa en nosotros, mi pequeña demonio <<francés>>

Tiene razón, no puedo pensar en Adrien ahora. Esto es mucho más grande qué él y yo...

— Ve por las armas, haremos una parada en México. — Abro los ojos y veo una sonrisa ladeada en sus labios.

Giro mi rostro viendo al pelirrojo con el torso abierto recostado sobre la gran cama. Limpio las gotas de sangre sobre mi frente sonriendo.

🚬🚬🚬🚬

— Diosa Hanna, es un placer estar frente a usted. — El hombre gordo y de bigote chistoso hace una reverencia frente a mí y miro a los lados de la habitación preguntándome si va a venir un discurso de lo hermosa que soy.

Su acento no me gusta.

— Vayamos al grano Eduardo. — Lo interrumpo cuando lo veo abrir la boca otra vez.

El hombre sonríe y se sienta frente a mí. Sirvo whisky en dos vasos bebiendo del segundo y le extiendo el primero mirándolo a los ojos.

»— ¿Cuánto dinero quieres?

Sus ojos brillan del éxtasis que siente ahora mismo. Cree que su plan está funcionando, qué va a sacarme dinero, y lograr que pague una comisión cada vez que mi buque de carga pase por su zona.

— Bueno, teniendo en cuenta la cantidad que transportas, y a cuanto vendes cada producto, está es la suma qué exigimos. — Me extiende un iPad con los cálculos de la venta de mi producto y otras mierdas.

Bajo la mirada al total y reprimo la risa.

— ¿Quieres que te pague diez grandes? Aunque no solo ahora, porque por lo que veo en tus cálculos, quieres que sean diez grandes cada mes, ¿No?

Buscando el Paraiso (+21)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon