Capítulo 38

369 28 12
                                    


Hanna

La marca en su mejilla me llena de orgullo.

Recuerdo cada uno de los métodos de tortura que emplee sobre cada uno de ellos, y cada uno me infla el ego.

Yo los hice sufrir.

Me quito la chaqueta que traigo y el hombre comienza a negar rápidamente pidiendo que lo deje ir.

"Por favor tío John, por favor pare..."

Ellos no tuvieron piedad, ¿Por qué debo tenerla yo?

Quizás porque debo ser mejor persona que mis violadores, pero es pura mierda, si tengo la oportunidad de hacerles la vida mierda con torturas, voy a hacerlo.

Me apoyo en las barandas que nos separan y sonrió mirándolo. Grita asqueado mirándome y escupe hacia mí, pero la cadena que tiene alrededor del cuello le impide acercarse a mí.

— ¿Creíste que no te encontraría? ¿Qué no lograría que salieras de tu escondite?

— ¡Vas a pudrirte en el infierno!

Rio y lamo mis dientes antes de enderezarme.

— Si, pero lo hare feliz.

Me giro y veo a las tres personas que me miran fijamente. Ella mantiene una coleta en lo alto de su cabeza como siempre y su mirada luce extasiada, está esperando que la autorice para que pueda torturar a su padre una vez más. El segundo en realidad no muestra tanto su desesperación por soltar sus instintos animales, sus tenebrosos ojos se mantienen sobre los míos, pero logro ver como hace tronar sus dedos ansioso por jugar. Y él, bueno, luce un impecable traje azul y una mirada desconfiada.

Creo que no le hizo gracia que Andrea le disparara dos veces.

— ¿Y bien? ¿Por qué me trajiste aquí?

Sonrió y recorro las otras celdas, veo a cada uno de los hombres que en algún momento de sus vidas se sintieron invencibles e intocables. Ahora se revuelcan en su mierda rezando por morir.

— Cuando te dije que tu padre estaba vivo, vi algo en tu mirada, esperanza por salir de este mundo lleno de dinero manchado con sangre. — Le invito a acercarse y camino hacia la celda de Frank, donde el hombre se alegra al ver a su hijo. La emoción no es mutua.

No me asombra que cada primogénito odie a su padre.

»— Aquí está tu querido padre. Un poco maltratado, pero aquí. — Sacudo mi mano hacia el hombre y sus ojos se llenan de terror mientras se esconde en la esquina de la habitación.

— ¡Johan sácame de aquí! ¡Por favor hijo sácame!

Johan solo lo mira.

— Si liberas a mí, él tendría otra vez el negocio de los Vito y yo podría salir. — Asiento y me mira. Frank sonríe esperanzado. — Pero no lo liberaras.

— No.

El hombre comienza a negar.

— ¿Por qué me traes aquí entonces?

— Porque aquí, frente a tu padre y frente a testigos. — Señalo a los presentes. — Quiero hacer un trato contigo.

Johan me mira con duda y se cruza de brazos dándole una última mirada a su padre.

— Continua.

Sonrió y comienzo a hablar.

Apenas supe que John había escapado, las maquinas en mi cabeza comenzaron a crear un plan. Las esposas de John nunca iban a decirnos si lo tenían escondido, mucho menos iban a cooperar si las torturábamos. ¿Entonces que debíamos hacer? Quitarles dinero, que ser una ex esposa de John no tuviera valor alguno.

Buscando el Paraiso (+21)Where stories live. Discover now