Capítulo 10

452 39 16
                                    

Adrien

— ¿Me alcanzas una copa de vino? Mamá quiere un poco.

Asiento y me devuelvo a la cocina. Abro el último almacén y cuando no siento ni una copa, me alzo un poco más tratando de ver uno al fondo. Toco la base de uno y al mismo tiempo siento dedos finos en mi espalda baja.

Bajó rápidamente la copa y me giro hacía Sara extendiéndole lo que me pidió. Ella me sonríe recibiéndola y se para a mi lado abriendo la botella medio vacía de vino.

»— Tania dejó sus uñas marcadas en tu espalda... — Susurra para nosotros dos y me tenso.

No fueron las uñas de Tania.

— No debías ver eso.

— Oh no, tranquilo. — Ríe un poco y le da un trago a la copa mirándome demasiado. — Entiendo que tú y mi hermana tengan sexo, y siempre supuse que eras algo... ya sabes, rudo.

Esto es incómodo por tantas razones.

»— ¿Puedo ver toda tu espalda?

— ¿Su espalda? ¿Por qué quieres verla? — Me quedo en blanco cuando entra con una ligera sonrisa y su hermana deja de beber de la copa de vino.

— Ah... está muy ejercitado, simple curiosidad. — Ríe la chica y se escabulle fuera rápidamente.

Tania la mira irse y luego se acerca a mí con una sonrisa.

— ¿Listo para nuestra cita?

La miro detenidamente. ¿En serio no se da cuenta que a su hermana le gusto?

Acarició sus mejillas y la beso con cuidado.

— Te ves hermosa con ese vestido negro.

Tania se sonroja mirándose y luego me mira de reojo.

— Hanna me sugirió que lo usara.

"— ¿Color favorito?

— Negro, es sexy, caliente, elegante, y muy versátil en todo.

— Hanna todos los colores son sexys en ti.

— El negro lo es aún más, el negro es mi color."

— Ya lo creo. — Murmuro y tomo su mano avanzando con ella por la casa. — ¿Te gustaron las flores?

Tania me sonríe mientras abro la puerta de la entrada.

— Por décima vez, ¡Me gustaron muchísimo! — Sonrió dejando un beso en sus labios y ella se gira hacía la sala. — ¡Hoy no vuelvo, Mami! Me quedo en el departamento de Adrien, cualquier cosa me llaman.

¿Llamarte? No seas tonta, ¡Ve y disfruta a ese papucho qué tienes de novio! — Responde su madre haciéndola reír.

¡Adiós Diana! — Hablo con el mejor español que puedo y miro mal a Tania cuando se ríe de mí.

¡Adiós Adrián! ¡Pasen una bonita noche!

Tania me traduce y luego salimos de la casa. Conduzco hasta el restaurante que había estado viendo, y sonrió cuando Tania lo mira sorprendida. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana alejado de todos los demás. La mesa es grande, espaciosa y dejaron rosas rojas cómo les pedí.

Ella acaricia con lentitud los pétalos sin dejar de sonreír.

— Sé que querías ir por malteadas, pero recordé que solo hemos tenido una cena formal.

— No, está bien, me gusta este lugar, es muy romántico. Gracias. — Toma mi mano sobre la mesa y beso la suya con cuidado sonriéndole.

— Te mereces todo el romance del mundo, y más.

Buscando el Paraiso (+21)Where stories live. Discover now