Capítulo 19

372 36 17
                                    


Adrien

Su cuerpo se desliza frente al mío. Sus manos derriten la piel de mi abdomen mientras lo toca, y cuando el broche de mi cinturón se suelta, el sonido la hace sonreír.

Le gusta tenerla en la boca.

Baja lentamente el cierre solo para torturarme y al bajar mi bóxer, se lame los labios viendo lo que va a comerse. Lo toma con confianza, y sin dilatar más la tortura, lo envuelve con su boca cerrando los ojos.

Su lengua se pasea por toda mi piel haciéndome respirar mal. Sus labios se cierran con más fuerza y bajo mi mano a su cabeza guiando sus movimientos.

Sus ojos celestes brillan en diversión y excitación.

Le mantengo la mirada dándole una profunda calada a mi cigarrillo.

A medida que su boca hace maravillas sobre mi pene endurecido, no puedo evitar tensar mi agarre sobre su cabello y embestir contra su boca viendo su saliva caer por la comisura de sus labios. Lo quita de su boca sonriendo y se lame los labios antes de bajar su lengua a mis testículos y lamerlos con desesperación. Su boca se cierra sobre uno de ellos y no puedo evitar gemir cuando usa demasiada fuerza.

— YA mog by sosat' tvoy chlen vechno, moy goluboy prints. — Ríe con malicia volviendo a meterse mi erección en la boca.

*Podría chuparte la polla toda la vida, mi príncipe azul. <<ruso>>

— Dlya menya bylo by chest'yu imet' moy chlen vsegda vo rtu, moya printsessa. — Gruño empujando su cabeza para tener más profundidad mientras le doy otra fumada al cigarro.

*Sería un honor tener mi polla siempre en tu boca, mi princesa. <<ruso>>

Ella sola es la que acelera el ritmo y me acerco cada vez más al orgasmo viendo cómo mi polla se pierde dentro de su boca casi por completo. Una de sus manos deja mi abdomen y baja a mis testículos apretándolos al ritmo de sus lamidas.

Sin poder contenerlo más le aviso que voy a acabar, pero en lugar de apartarse, una de sus comisuras se alza con malicia y lo mete por completo en su boca haciendo que sus ojos se cristalicen.

Me corro en lo profundo de su garganta soltando un grave gemido y dejándome caer sobre el sofá atrás de nosotros. Hanna gatea hacía mi con la boca cerrada y cuando la miro curioso, la abre mostrándome que está completamente vacía.

Se lo trago todo.

No puedo evitar reír y ella se queda entre mis muslos dejando besos sobre mi ingle diciéndome que quiere volver a chupármela. Su mano vuelve a mi miembro y acaricio su cabello viéndola a los ojos mientras me masturba lentamente.

— Te amo, Hanna.

Ella sonríe ligeramente sin dejar de mover su mano.

Tocan la puerta con insistencia y me arreglo la bragueta con rapidez limpiandome al mismo tiempo. Voy al baño a lavarme las manos y me miro en el espejo al terminar. Debería afeitarme. Vuelven a tocar y voy al sofá apagando el cigarro sobre el cenicero. Lo escondo bajo el sofá y abro la ventana de la sala para que el olor a cigarro no sea tan intenso.

Siguen tocando y voy a abrir. Alice sonríe cuando me ve y frunce ligeramente el ceño.

— Deberías afeitarte.

Asiento y la dejo pasar cerrando atrás de ella. Avanzamos hacía mi cocina y la veo abrir su bolsa sacando la comida que preparo.

La noche anterior me mandó un mensaje diciendo que tenía ganas de comer algo de nuestro país, pero que quería hacerlo con alguien más, y no conocía a ningún otro ruso por aquí. Tania vio el mensaje y me dijo que debía aceptar su invitación, ya que me ayudaría a recordar mi país y así Alice se familiariza con el hecho de que solo somos amigos, y nada más.

Buscando el Paraiso (+21)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora