Buscando el Paraiso (+21)

Capítulo 41

DOBLE ACTUALIZACIÓN //PARTE 1//

Adrien

La población se había calmado, bueno, en resumidas cuentas, ya no salían con sus armas, pero si seguían protestando exigiendo gobiernos menos corruptos.

Era de lo único que se hablaba en las redes, mis padres y amigos en Rusia me llamaron, nadie podía creerse lo que había ocurrido la noche anterior y dudaban en poner un pie fuera de sus casas durante el fin de semana, sin embargo dentro del gran ROM principal, el tema era distinto.

La gente charlaba y reía como cualquier otro día, pedían sus cervezas, conocían personas y luego subían con ellas al tercer piso a pasar el rato. Aunque quizás también celebraban, no fueron cualquier persona las que murieron el día de ayer, eran pedófilos.

Y muy pocos serian capaz de llorarle a esa clase de personas, sin importar quienes fueron en vida.

Me acerque a la barra y un animado pelinegro me da la bienvenida alzando los brazos como cada vez que vengo sin avisar. Thomas apoya sus codos sobre la barra y me mira sonriendo.

— ¿A qué se debe tu caliente presencia por aquí?

Me rio sentándome frente a él y dejo un beso en su mejilla.

— Pues lo sucedido amerita unos buenos tragos, ¿No crees?

Thomas me mira y fuerza una gran sonrisa asintiendo. Se gira tomando unas cuantas botellas y comienza a prepararme un trago sin soltar palabra alguna, lo cual en Thomas es bastante raro. Decido no tomarle importancia y le echo la culpa al hecho de que ayer estaba encerrado en ROM aterrado por si alguien decidía entrar y dispararles a diestra y siniestra.

Al otro lado de la barra veo a Benito entregarles tragos a las camareras y cuando alzo mi mano hacia él saludándolo, me ignora.

— ¿Problemas en el paraíso?

Me giro hacia el moreno y asiento. Danilo me sonríe extendiéndome los manís.

»— Pues no podía ser todo perfecto con Tania, tenía que haber algo. Y un hermano celoso no creo que sea tan malo.

Sonrió metiendo un maní a la boca.

Si solo supieras Danilo.

— Si, no creo que sea tan malo.

Mi móvil vibra en mi bolsillo y lo saco con rapidez esperando que sea ella, sin embargo, la decepción se adueña de mi cuando no lo es.

Derek: Hey, ¿Ya hablaste con Hanna?

Yo: No, sigue sin responderme las llamadas y los mensajes. ¿No sabes dónde está?

Derek: Nadie sabe, aunque no te preocupes es normal.

Yo: ¿Normal?

Derek: A Hanna le gusta desaparecer sin dar explicaciones ni pedir permiso a nadie. Ya dará señales de vida.

La lengua me pica por la pregunta que tengo atorada hace días y la tecleo tragando saliva.

Yo: ¿Sabes si viaja con Abel?

Veo los puntos indicándome que está escribiendo y luego se detiene. No llega un mensaje aun, pero cuando lo hace suspiro guardando el móvil.

Derek: Han estado juntos todo este tiempo.

Thomas se gira con una sonrisa maliciosa y acerca la copa a mí.

— A este lo llamo, Ryder cógeme por el culo, tiene vodka, frutos del...